El piloto suizo Emmanuel de Graffenried, más conocido como Toulo, que participó en la primera carrera del campeonato del mundo en la historia de la Fórmula Uno, ha muerto el martes en Lonay (Suiza) a los 92 años, según anunció la prensa helvética.

Toulo era el último corredor vivo que participó en el Gran Premio de Gran Bretaña, disputado el 13 de mayo de 1950 en el circuito británico de Silverstone, aunque su carrera como piloto empezó en los años treinta, antes de que la segunda guerra mundial estallase e interrumpiese muchas competiciones.

El piloto suizo se retiró en la vuelta 36 de las 70 de que constó la carrera, ganada por el italiano Emilio Giuseppe Nino Farina (Ferrari), al romperse el motor de su Maserati 1.5 L4C.

Entre sus éxitos destaca la victoria en el Gran Premio de la Gran Bretaña del año anterior disputado también en el circuito de Silverstone al volante de un Maserati del equipo de Enrico Plate.

Su mejor clasificación en los 22 Grandes Premios que disputó fue el cuarto puesto en el Gran Premio de Bélgica de 1953, siempre al volante de un Maserati y ese año también logró su mejor clasificación en el mundial al finalizar en octava posición.

En 1956 puso punto y final a su carrera y se dedicó a la distribución de coches en la ciudad suiza de Lausana, aunque continuó vinculado a las carreras automovilísticas como embajador de Phillip Morris, patrocinador de la Fórmula Uno a través de su marca Marlboro.

Graffenried tenía el título de barón y pertenecía a la saga de pilotos conocida como los gentlemen drivers, hombres jóvenes con grandes fortunas que destinaban parte de su patrimonio a las carreras de coches.