Atletismo-Campeonato de Europa: La ley de Baldini, Aberbukh y Rusia.
La séptima y última jornada de los Europeos de atletismo Gotemburgo 2006 deparó una nueva exhibición del italiano Stefano Baldini en el maratón, la defensa del título de pértiga del israelí Alex Aberbukh y otro festival de Rusia, que ganó los 1500 femeninos, la longitud y los dos relevos de chicas.
Baldini dio una lección en las calles de Gotemburgo. Fue el más fuerte y el que tácticamente preparó la carrera a la perfección, y por ellos ganó con un saber estar encomiable.
El campeón olímpico en Atenas'04 y europeo en Budapest'98 hizo buenos los pronósticos y ni siquiera la incómoda compañía del suizo Viktor Rothlin fue un obstáculo para el italiano, que rompió la carrera en el momento oportuno y se lanzó en solitario de manera irremisible al pasar por el kilómetro 42.
El español Julio Rey, otro de los favoritos, acusó el proceso vírico que sufrió hace una semana y tras quedarse descolgado tuvo arrestos para no desmoronarse y hacerse con un bronce muy sufrido por su experiencia, aunque lejos de Baldini y el desconocido Rothlin.
Aberbukh revalidó su título de pértiga, un concurso muy afectado por el viento y la lluvia que, un día más, no cesó de caer en Gotemburgo.
Le bastaron dos saltos en toda la final para colgarse el oro, sobre 5,50 y 5,70. Ni el alemán Tim Lobinger ni el francés Romain Mesnil pudieron con el israelí de origen ruso.
Precisamente Rusia, el país que ha arrasado en estos Europeos, se dio otro festín en esta jornada de clausura. Ganó los dos relevos femeninos, el 4x100 y el 4x400 con una superioridad insultante, y en los 1500 hizo doblete.
Ganó gracias a una gran recta Tatyana Tomashova con nuevo récord de los Campeonatos (3:56.91) y subió al segundo peldaño del podio Yuliya Chizhenko (3.57.61), pero le faltó el tercero porque la búlgara Daniela Yordanova (3:59.37) reservó fuerzas y se llevó el bronce con un magnífico final.
Otras dos preseas, estas de oro y bronce, se llevó Rusia en el salto de longitud femenino. Lyudmila Kolchanova fue la mejor con 6,93 y Oksana Udmurtova (6,69) cerró el podio. Entre medias quedó la lusa Naide Gomes, también heptatleta, con 6,84.
Este concurso significó también la despedida de la hispano-cubana Niurka Montalvo, multimedallista mundial en triple y longitud, que se retira a los 38 años con un séptimo puesto y un sabor agridulce porque creía que podía haber estado más cerca de los puestos de privilegio, pero tan solo pudo alcanzar 6,50 para acabar tras la sueca Carolina Kluft, que tras ganar el heptatlon se quedó lejos de la gloria en el salto largo.
La alemana Steffi Nerius festejó como pocas su victoria en jabalina, concurso también muy afectado por la lluvia y el viento. Le bastó con lanzar 65,82 para acabar con el sueño de la checa Barboara Spotakova (65,64), mientras que la española Mercedes Chilla dio la sorpresa y se adjudicó el bronce a distancia (61,98), todo un logro para una atleta que bastante tenía con estar en la final y que se ha convertido en la primera lanzadora del país en lograr una medalla en una gran competición.
El holandés Bram Som se impuso en una final de 800 metros muy abierta con unos últimos metros de infarto. Ganó con 1:46.56, tres centésimas menos que el luxemburgués David Fiegen, en tanto que el británico Sam Ellis fue tercero con 1:46.64.
El gran favorito, el letón Dimitrijs Milkevics fue cuarto y presentó una reclamación contra Som por entender que le había empujado en el esprint, pero su protesta no prosperó.
Gran Bretaña acabó con su sequía de oros gracias al relevo masculino del 4x100. Dwain Chambers se resarció de paso de su discreta participación en el hectómetro.
Polonia festejó una plata de muchos quilates y Francia se colgó el bronce, aunque en los 4x400 hizo valer su potencial y ganó por delante de británicos y polacos.
Los 5000 metros, otra de las grandes finales del domingo, vivió una fiesta española con triunfo, curiosamente, del atleta que lleva su nombre, Jesús España.
Tras muchas temporadas de sinsabores de constantes lesiones, el madrileño encontró el punto deseado y el momento de forma idóneo para colgarse un oro de un gran valor que mantiene a los españoles como reyes de la distancia.
Tras lesionarse el a priori favorito, el irlandés Alistair Cragg, España fue más rápido en la recta final que el británico Mohammed Farah y se llevó el triunfo con un crono de 13:44.70.
El bronce también tuvo su intriga. El turco Halil Akkas, que se había escapado con España y Farah, había cedido y llegaba con lo justo, aunque creía tener amarrado el podio, pero surgió por detrás, en un final para el recuerdo, el español Juan Carlos Higuero, que había sido bronce en los 1500 metros, y le arrebató el metal.
Higuero es, junto al portugués Francis Obikwelu y la belga Kim Gevaerts, el único que ha conseguido dos medallas en pruebas individuales en estos Europeos de Gotemburgo.
Barcelona 2010 ha recogido ya el testigo. Dentro de cuatro años los Campeonatos de Europa al aire libre recalarán en el estadio de Montjuic, el escenario de los Juegos Olímpicos de 1992.