Atletismo-Campeonato de Europa: Obikwelu reabre los libros de historia con su doblete en esprint.
El portugués de origen nigeriano Francis Obikwelu, residente en Madrid, reabrió los libros de historia de los Campeonatos de Europa de atletismo al conseguir un doblete en los 100 y 200 metros, algo que nadie lograba desde el italiano Pietro Mennea en 1978.
La cuarta jornada de Gotemburgo 2006 tuvo un broche de oro en el estadio Ullevi. Hubo felicidad plena. Obikwelu porque logró su segunda victoria de los campeonatos al vencer en los 200 y el público porque uno de sus ídolos, el carismático Johan Wissman, era plata por delante del británico Marlon Devonish.
Obikwelu, que se había paseado en las series y las semifinales, hizo una demostración de poderío demasiado excesiva para el resto de finalistas, que nada más que aspiraron a repartirse el resto de las plazas.
Tras su claro triunfo en los 100 metros, el portugués hizo lo mismo en el doble hectómetro y se convirtió en el sexto que lo logra en la historia. Salió mejor de lo que acostumbra y rápidamente se lanzó en pos del oro para llevárselo con nuevo récord portugués 20.01, lo que le deja a dieciséis centésimas del europeo que posee el suspendido griego Konstantinos Kenteris (19.85).
Esta victoria le ratifica como la gran esperanza europea para plantar batalla a los reyes americanos de la velocidad. El subcampeón olímpico en Atenas de los 100 promete fuertes emociones en un futuro cercano.
Las rusas, como era de prever, mandaron también autoritariamente en los 800 metros y se llevaron el oro y la plata por medio de Olga Kotlyarova (1:57.38) y Svetlana Klyuka (1:57.48). Tan solo dejaron libre el bronce para la británica Rebecca Lyne (1:58.45), ya que Svetlana Cherkasova, la atleta que acabó en 2004 con la racha de dos años de victorias de la mozambiqueña María Mutola, se hundió y acabó octava y última.
Rusia, que domina de largo el medallero de la competición, sumó un nuevo oro gracias al triunfo en el lanzamiento de disco de Darya Pishchalnikova, con 65,55, quien acabó con la favorita, la alemana Franka Dietzsch, bicampeona mundial y campeona continental en Budapest'98, por más de un metro (64,35). La rumana Nicoleta Grasu completó el podio (63,58).
La búlgara Vanya Stambolova, subcampeona mundial bajo techo en Moscú este año, en cambio se rebeló por fin a la tiranía rusa en los 400 metros para colgarse el oro.
Stambolova fue muy superior a sus rivales y se impuso con un crono de 49.85, por delante de las rusas Tatyana Veshkurova (50.15) y Olga Zaytseva (50.28), que llegó a Gotemburgo como la mujer más rápida de Europa en la distancia.
El francés Yohan Diniz dio una de las sorpresas más grandes de lo que va de competición al apuntarse bajo un espectacular diluvio los 50 kilómetros marcha. Llovió tanto por la mañana en Gotemburgo que la organización no pudo por menos que clasificar a una veintena de saltadores para la final de pértiga y que modificar el programa del decatlón.
Descalificado en los pasados Mundiales de Helsinki'05 nadie contaba con Diniz, quien supo mantenerse primero en un segundo plano en el grupo de cabeza y, cuando comenzó la tromba de agua, se creció a la par de que sus rivales se hundían, sobre todo el noruego Trond Nymark, que anduvo casi 20 kilómetros solo en cabeza y al final incluso acabó fuera del podio.
El francés se lanzó bajo el agua hacia un triunfo incontestable y cruzó la meta después de 3h41:39 de prueba, nuevo récord francés, mientras que todo un ilustre veterano medallista, el español Jesús Angel García Bragado, que tampoco entraba en esta ocasión en las quinielas para volver al podio (fue bronce en Múnich'02), también fue a más para acabar segundo en 3h42:48, por delante de Yuri Andronov (3h43.36), el superviviente de la escuadra rusa.
El griego Periklis Iakovakis, bronce en los Mundiales de París'03, consiguió su primer gran triunfo en los 400 vallas. Era el principal aspirante al oro y no falló.
Fue una victoria autoritaria y clara (48.46), mientras que el polaco Marek Plawgo y el británico Rhys Williams sacaron del podio al francés Naman Keita.