El entrenador holandés Guus Hiddink llegó hoy a Moscú para tomar las riendas de la selección rusa, con la que intentará repetir los éxitos logrados al frente de Corea del Sur y Australia.

Creo que en Rusia hay buenos futbolistas con quienes es posible alcanzar el éxito. Si no viera perspectivas de desarrollo del fútbol ruso, no hubiese venido, declaró Hiddink a su llegada al aeropuerto internacional Sheremétievo de Moscú.

El Holandés errante, como se le conoce, mantendrá una serie de encuentros con los directivos de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR) y el miércoles viajará a San Petersburgo para asistir al partido de liga que disputarán el Zenit, entrenado por su compatriota Dick Advocaat, y el CSKA Moscú.

La esposa de Hiddink, Elizabeth, quien le acompaña en su visita a este país, dijo, por su parte, que en ningún momento albergó dudas sobre la elección de Rusia.

Siempre nos apoyamos el uno en el otro, respaldo todas sus iniciativas y por tanto la opción rusa era obvia, dijo la esposa del entrenador, que manifestó su interés en conocer la historia, la cultura y las tradiciones de este país, donde Hiddink trabajará por lo menos durante dos temporadas.

El nuevo seleccionador de Rusia, que en noviembre próximo cumplirá 60 años, fue fichado por la UFR en abril pasado y cobrará dos millones de euros anuales.

Su debut será el próximo 16 de agosto frente a la selección de Letonia, con la que Rusia ya se enfrentó en la fase de clasificación para el Mundial de Alemania.