Barcelona venció por 2 goles a 0 a Millonarios en la tarde de su presentación oficial. Dos cabezazos de Juan Samudio (43’) y Anangonó (91’) le dieron la victoria a los toreros, quienes dejaron a su hinchada conforme con el rendimiento. Aceptable debut de Luis Bolaños.

En el estadio Monumental Banco Pichincha, Barcelona recibió la visita del Millonarios de Colombia, en la denominada `Tarde Amarilla´. Cerca de 15.000 personas acudieron ver la presentación oficial del equipo torero, con sus nuevas contracciones.

Los locales fueron los que tomaron la iniciativa en la primera etapa del partido. Los toreros mostraban cosas interesantes de medio campo para arriba, pero en defensa se los notó un tanto lentos. El equipo `embajador´, por su parte, complicó a través de Arrechea, un velocista que desnudó la zaga canaria a momentos.

Ejemplos claros de un buen accionar fueron `Chucho´ Bolaños y `Cocacho´ Macías, siempre activos y pegados a las bandas.

Y  fueron los ecuatorianos quienes  abrieron el marcador. Cuando corría el minuto 43, una jugada que empezó por la izquierda terminó en el otro costado en los pies de Macías, quien envió un centro preciso para Juan Samudio, quien conectó de cabeza al palo de donde vino el centro y a cobrar.

El guaraní ya había avisado a la defensa colombiana que en el centro del área es peligroso y de cabeza, letal.

Con la alegría en la tienda amarilla, llegó el pitazo final. Barcelona, en líneas generales, dejaba tranquila a su hinchada.

En la segunda etapa el equipo del `Chocho´ Llop iba a levantar el nivel en ataque, aunque eso le costó descuidar el fondo y sufrir en más de una ocasión. Bolaños terminó de prenderse y hasta tuvo la chance de cantar su primer gol con los toreros, pero le faltó un poco de tiza en la puntada final.

Matías Oyola fue otro de los que destacó, con buenos pases, y controlando el balón cuando había que hacerlo.

Millonarios pudo marcar el del empate, pero el palo le dijo que no a uno de sus delanteros, luego de adelantarse, otra vez a base de velocidad a la defensa, y conectar un centro rasante desde la derecha.

Ese fue el último susto que tuvo el Ídolo del Astillero, que parecía conformarse con la mínima diferencia, hasta que apareció Anangonó. En los minutos de adición, palacios se internó en el área, remató pero un defensa lo bloqueó, el rebote quedó vivo y ahí apareció Anangonó, para levantarla con clase por encima del portero y ganarle en el salto a un defensa, y poner de cabeza el segundo.

No hubo tiempo para más, y después de algún tiempo de no ganar en sus presentaciones oficiales, Barcelona celebró con su hinchada, que se fue conforme con el rendimiento del equipo.