Colombia será mañana el último examinador de Alemania, a falta de apenas siete días para el partido inaugural contra Costa Rica y con el equipo de Jürgen Klinsmann en una situación que no puede ser satisfactoria, aunque la afición sigue eufórica de cara al torneo.

El último amistoso contra Japón, que se saldó con un afortunado empate a dos goles, volvió a mostrar los problemas defensivos alemanes y la susceptibilidad del equipo de Klinsmann a ser víctima de contragolpes letales.

La moral que mostró el equipo tras ir perdiendo por 2-0, y que le permitió remontar el marcador, parece haber hecho que los seguidores perdonen los fallos, como se mostró en el entrenamiento público de anoche en Düsseldorf, al que asistieron más de 40000 espectadores para animar a su equipo.

Para que esa actitud continúe -y para fortalecer la moral del equipo- Alemania necesita mañana una buena presentación y un resultado positivo.

El capitán, Michael Ballack, ha advertido que esto último es muy, muy importante tanto para el equipo como para la afición.

Ballack quiere que mañana se acaben ya los experimentos y que la formación inicial sea en buena parte la que jugará frente a Costa Rica pero Jürgen Klinsmann ha dicho que, si eso resulta ser así, será fruto de la casualidad.

Los test son para ensayar cosas. Si no, no se llamarían test, dijo Klinsmann para responder a la pregunta de un periodista acerca de si mañana se acabarían de una vez los experimentos.

En lo personal, Alemania espera contar mañana con la reaparición de su lateral izquierdo Philip Lahm y probablemente a la banda derecha retornará Arne Friedrich mientras que Bernd Schneider podría volver a ocupar su posición habitual en el centro del campo.

Los colombianos, apeados del Mundial, llegan al partido sin urgencias inmediatas y en medio de una gira que hace pensar en un plan a mediano y largo plazo, teniendo en la mira la Copa América de 2007 y las eliminatorias al Mundial 2010.

Así lo hace pensar la presencia en el equipo de jugadores jóvenes Hugo Rodallega, que los medios alemanes consideran que puede llegar a ser para Colombia un jugador que signifique lo que en su momento significaron Fredy Rincón o Faustino Asprilla.

Colombia, que es una especia de examinador general del grupo A pues también ha jugado en su gira contra Ecuador y Polonia, viene de ganarle a los polacos por 2-1 tras cosechar empates contra los ecuatorianos, a un gol, y contra Rumania, sin goles.

En la gira, los colombianos se han mostrado ante todos bastante sólidos en el trabajo defensivo con lo que pueden resultar una prueba interesante para la dupla atacante germana, formada seguramente por Lukas Podolski y Miroslav Klose.

Colombia es un rival elegido por Klinsmann, con el objetivo declarado de simular un poco el partido contra Ecuador que tendrá que jugar en el Mundial pero además recuerda el duelo que mantuvieron los dos equipos en el Mundial de 1990 y que se saldó con un empate a un gol.

Aquel partido fue la mejor presentación que ha tenido Colombia en un Mundial y el único compromiso que no ganó en el torneo la Alemania de entonces, dirigida por Franz Beckenbauer, que a la postre obtendría el título mundial.

Sin duda, a pocos días del duelo ante Costa Rica, el partido de mañana permitirá sacar una serie de conclusiones aunque es claro que, de acuerdo a su costumbre, Klinsmann se guardará algunas cartas en la manga para la hora de la verdad.

Además, en los días que quedan para la inauguración es de esperar que los jugadores alemanes recuperen la frescura, tras el trabajo físico de las últimas semanas que, como todos han dicho, los ha hecho salir en los últimos amistosos con las piernas pesadas.

Alineaciones probables:

Alemania: Lehmann; Friedrich, Metzelder, Mertesacker, Lahm; Schneider, Frings, Ballack, Schweinsteiger; Klose y Podolski.

Colombia: Córdoba; de la Cuesta, Perea, Arizala, Palacio; Vargas, Viáfara, Patiño, Soto; Moreno y Rodallega.

Árbitro: Terge Hauge (Noruega).

Hora: 17:00 GMT.

Estadio: Borussia Park de Moenchengladbach.