En los últimos días he podido mirar a través de la televisión, los partidos de la Copa Libertadores de América con la participación de equipos de toda Sudamérica y varios invitados de México. Muchos han sido muy bien jugados y, sus marcadores han reflejado no mucha diferencia y, al final, la satisfacción de un partido bien jugado. Otros, en cambio, en los que se han visto goleadas –sobre todo por parte de equipos brasileños en su casa- y, los nuestros que han cumplido a medias. Esto es, más o menos en casa con victorias por la mínima diferencia o empates pero, fuera del terruño, la situación se ha visto no muy buena. Por ello, me pregunto ¿existe diferencia con los otros países que intervienen en este torneo internacional?

Es muy difícil dar una respuesta a priori pues, lo más seguro es que nos equivoquemos. Por lo tanto, trataré de analizar en forma detenida lo que se ha podido observar en los cotejos ya jugados de la primera etapa del torneo y, espero no cometer muchos errores en este análisis. Sin embargo, recuerden que es mi opinión –por equivocada que esté- y, nunca será de mala fe o tratando de “hacer del árbol caído leña”. Por esa razón, no haré  mi análisis con nombres de equipos, sino reuniéndoles por países.

Desde hace algún tiempo, salvo unos pocos, son los equipos brasileños, quienes se hacen sentir en su juego cuando juegan en su casa. Alentados por las famosas “torcidas” que llenan los escenarios deportivos de la tierra de los pentacampeones. Argentina, México, Uruguay y Colombia, en algunos partidos, si han cumplido sin problemas sus partidos en casa, aunque muchos de ellos –por el contrario-, han jugado mejor como visitantes. En cambio los restantes, como el caso ecuatoriano, a los equipos les han costado obtener un triunfo o un empate difícil en casa pero, siempre tienen mayores dificultades fuera de ella.

Si esto fuera una norma, veamos ¿qué es lo que en realidad ocurre? Se habla de la presión que tienen muchos de los equipos ante su propio público y, por eso, pese al aliento de sus hinchadas, no logran rendir como todos esperan. Otro de los aspectos que deben también tomarse en cuenta, es que muchos de esos equipos están saliendo de una dura pretemporada para poder jugar los torneos caseros del presente año, ya que, pocos son los partidos que han jugado de sus respectivos torneos. Sin embargo, no creo que sea solamente ésta la situación por la que atraviesan los equipos coperos de cada uno de los países. Yo creo, que mucho tienen que ver con los jugadores que conforman cada uno de ellos, ya que, unos tienen más figuras que otros pues, tienen para contratar mucho más dinero. Otro de los puntos fundamentales se trata de que muchos de los equipos se encuentran renovando o en pleno cambio y, cuentan con jóvenes jugadores sin mayor experiencia y, esa situación, en los torneos internacionales pesa mucho.

En resumen, cada club que participa en este tipo de torneos internacionales hace lo mejor que puede, contando para ello, con alguno o varios de los aspectos anotados. Es decir, muy difícil hablar si se trata de una gran diferencia entre equipos iguales –técnica y económica- pues, todos conocemos que, sobre todo, quienes tienen más dinero para contratar mejores jugadores toman la punta en este tipo de torneos futbolísticos. Por esa razón, los equipos brasileños sacan la cara y van adelante, ya que, todos conocemos los presupuestos que esos equipos de fútbol profesional tienen.

Sin embargo, recuerden que equipos de varios países conocidos como “pequeños” en el mundo del fútbol –como el caso de Ecuador con Liga Deportiva Universitaria- también han logrado conquistar esos títulos y, como se ha venido diciendo desde la primera vez que nuestro país participó en un mundial de fútbol “sí se puede”. Confiemos y esperemos que nuestros planteles logren armar equipos sólidos, con buenos jugadores y buenos cuerpos técnicos y, sigamos adelante y conquistemos –en cualquier momento- nuevos lauros internacionales que tanta falta nos hace.

JORGE GARCIA ROMO