El Botafogo dio un paso firme hacia la conquista del Campeonato de Río de Janeiro con su victoria por 2-0 sobre el modesto Madureira en el partido de ida de la final, disputado en el estadio Maracaná.

De conquistar el título, el próximo domingo en el mismo mítico escenario, el Botafogo pondrá fin a nueve años de ayuno.

El Botafogo llegó a la final del torneo carioca, que disputan doce clubes, por haber dominado la primera vuelta. Como premio a su satisfactorio balance conquistó la Taza Guanabara.

El Madureira hizo lo propio al cabo de la segunda vuelta y el miércoles pasado sumó a sus vitrinas la Taza Río.

Reinaldo (m.21) y Joílson (m.27) sentenciaron el partido a favor de los pupilos del técnico Carlos Roberto.

Para confirmar el título, el próximo domingo, el Botafogo puede darse el lujo de perder hasta por un gol de diferencia. De empatar la serie el Madureira, la decisión se trasladará a una tanda de penaltis.

Es la segunda vez que el Madureira disputa una final regional y desde ya la mejor campaña en toda su historia, pues la edición de 1936 perdió peso futbolístico por la ausencia de Flamengo, Fluminense y América, que ese año decidieron armar un torneo aparte.

De hacerse con el título estatal, el modesto conjunto del suburbio de Río de Janeiro pondrá fin a una racha de cuarenta años que impedía a los clubes pequeños proclamarse campeones.

En 1966 el Bangú sorprendió al Flamengo en la final.