Aucas 2014, un proyecto de mucha garra
Al Aucas le sueño así. Después de aquel maravilloso 5-0 con que Aucas, en uno de sus tantos partidos del año 2013, ante el Municipal Cañar, ofreció un inolvidable concierto, vestido de un frac amarillo, los sueños e ilusiones retoman vigencia en el 2014.
Volver a los grandes recuerdos, al hambre de victorias, es vivir la hermosa historia de Aucas. Con aquellos cierres majestuosos, llenos de show, goles y el festejo de los hinchas, los auténticos, que vitorearon a sus héroes que en la cancha fueron devastadores.
La fiel y querida hinchada, aquella que alienta con el corazón, al final ondeó sus banderas en señal de júbilo y orgullo. Es el primer capítulo del sueño.
Aquellas pinceladas de Edwin Méndez, incansable luchador del medio campo; de Diego Quintanilla, talento del balón; de la creatividad permanente de Jimmy Delgado; de las hechuras del Choclo Quinteros, y las victorias en el mano a mano de Jerónimo Costa, un golero diferente y serio, serán las bases de funcionamiento para el triunfo final.
Con aquel peso técnico-táctico, que argumentaron con hechos la significación y la influencia de su espectacular performance, la lucha por llegar al segundo capítulo de su sueño será constante.
Es el partido que todos deseamos ver. Con aquellos argumentos de agradecimiento al fútbol, con los brazos hacia el cielo, en aquella mezcla de sentimientos puros, junto a las banderas, compañeras inseparables de las glorias orientales.
Y aquel epílogo inolvidable de las jornadas pintadas con rapidez, contundencia y solidaridad, para fabricar los goles que fueron elaborados con talento y convertidos con el alma, se convertirán en el tercer escalón de aquella montaña de propósitos donde no se admiten los errores.
Ahí estará el gusto por el fútbol y la pasión de los hombres que lo juegan. El vigor del esfuerzo y el color que lo rodea para hacerlo más visible, más auquista. La magia de las camisetas amarillas y la aptitud profesional que los apuntala debe ser una característica en el 2014.
En todo el partido, en el inicio del campeonato 2014, la explosión y júbilo deben ser permanentes, la impresionante demostración de poderío ofensivo debe quedar escrita con letras de oro, como el color mismo de su camiseta.
El 2014 debe tener su momento propicio para mostrar las virtudes y la esencia del equipo que aspira a colocarse en aquel sitial de idolatría, volver a su antiguo trono, a la serie de los grandes, donde siempre debe estar.
El concepto técnico debe utilizarse con simpleza y seriedad. Eso de utilizar con criterio la pelota, ganando en anticipo, imponiendo un escalonamiento con orden y precisión, marcando los tiempos de la brega, exhibiendo un ritmo imponente y estremecedor, obligarán al repliegue del visitante que sorprendido y sin reacción, soportará en dos tiempos, las arremetidas de los ídolos quiteños que tendrán temple y talento de principio a fin.
Todo debe ser espectáculo. La pausa, el orden, las paredes cortas y desconcertantes, el golazo de Jimmy Delgado y el señorío de Santiago Mallitasig debe ser el respiro en una zaga llena de anticipo y calidad.
El concierto de apertura debe ser emocionante. La prolijidad en defensa, medio campo y ataque de Aucas, debe convertirse siempre en la característica permanente y ganadora del equipo más querido de Quito.
Entonces, el fútbol que nos gusta, a todo ritmo, de frente, devastador y fulminante debe quedar escrito con laboriosidad y solidaridad.
Aquel llamado de paz pidiendo la unión de los miles de ausentes, es un propósito que ojala se haga realidad en el 2014 y dejen de pensar en forma iracunda y retornen al Fortín del sur.
El espectáculo de Aucas en el 2014 debe ser aplaudido de pie y las cometitas de verano (goles) deben retornar al sur, deben ser atesoradas a boca llena, siendo el alimento de la semana.
Y si Aucas juega así con capricho, corazón y contundencia, los partidos del año 2014, junto a la dignidad y lucha inclaudicable de todos, al final del año será el objetivo cumplido, que significará el festejo interminable de su hinchada, que vive y sueña con el anhelado ascenso hacia la serie de los grandes en el 2015.
Gonzalo Melo Ruiz