Decisión digna de aplaudirse

Enviado por andre el Jue, 23/01/2014 - 08:21

Sorpresiva pero muy positiva, la decisión que se ha tomado en el fútbol ecuatoriano, cuando este miércoles 22 de enero del 2014, se quitaron las mallas del interior del Estadio Olímpico Atahualpa, con intervención del  Ministro del Deporte, el Vice Ministro del Interior, el Presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, el Presidente de la Concentración Deportiva de Pichincha, propietaria del escenario deportivo, directivos de algunos clubes de la primera categoría, aficionados y miembros de la prensa deportiva.

 

Debido a la violencia que se había desatado –sobre todo el año anterior en los interiores y exteriores de los escenarios deportivos-, varias han sido las gestiones que se han realizado para poder detenerla. Incluso, obteniendo el pedido clamoroso de este maravilloso deporte, para integrarlo en el Código Integral Penal del país. Pero, acogiendo también disposiciones puntuales de la FIFA (Reglamento FIFA de Seguridad en los Estadios) y, de una ordenanza municipal del Distrito Metropolitano de Quito, sobre los espectáculos públicos.

 

La FIFA establece que, entre la cancha y los graderíos donde se ubican los aficionados, debe existir cualquiera de estas tres alternativas: un foso –que es lo que tiene el estadio Olímpico-; una valla de material de gran resistencia y transparente; o, la colocación de personal de seguridad a ciertas distancias. Pero, en ningún caso, se refieren a mallas altas, como las que existen todavía en la mayoría de estadios del país.

 

En cambio, la ordenanza municipal señala, que por seguridad, deben existir asientos individuales para los asistentes a los espectáculos deportivo, lo que rebaja el número de aficionados; y, además, cámaras en circuito cerrado (Reglamento FIFA de Seguridad en los Estadios), para ubicar con comodidad a quienes desean asistir como aficionados al fútbol, que no es otra cosa, que un espectáculo deportivo al que deben –sin temor- asistir familias enteras, como era antes.

 

Lamentablemente, todo lo malo o equivocado, es muy fácil de aprender pero, siempre por personas con poca educación, y que con ello, “tratan de sobresalir de los demás”, cuando en realidad no son sino gente mediocre y con un galopante complejo de inferioridad.

 

A quienes han dado paso a esta situación y, que confían en la gente de nuestro pueblo ecuatoriano, se les debe aplaudir por esta decisión pues, están demostrando, que la mayoría de los ciudadanos de este encantador país, son educados y –sobre todo-, gente de bien. 

 

Estoy feliz por la decisión que han tomado, de retirar esas mallas, aunque una gran cantidad de periodistas deportivos, mantienen sus dudas al respecto. También dicen, que ojalá se imite (señores, eso es obligatorio).

 

Yo soy respetuoso de todas las opiniones ajenas pero, me parece, que lo que los directivos y funcionarios del gobierno quieren, es demostrar que es preferible dar confianza a las personas que viven en esta linda tierra, antes que aplicar sanciones, que lo único que consiguen es continuar con esa violencia que a nada bueno conduce.

 

Siempre me he preguntado, ¿por qué los ecuatorianos no podemos hacer lo que hacen en otros países más educados y más cultos?, ¿acaso no tenemos capacidad?, ¿acaso somos seres humanos sin cabeza o sin brazos?, o, ¿no será que nunca antes, pudimos tomar este tipo de decisiones que creo son positivas? La respuesta la podrán obtener cada uno de ustedes.

 

En tres días comienza el campeonato ecuatoriano de fútbol del 2014 y, estoy seguro que todo saldrá bien, ya que ahora sí, los ojos de todo el mundo –a través de la cámaras del circuito cerrado- podrán observarles y, los señalarán con el dedo, si actúan, en lugar de como verdaderos aficionados al fútbol, como simples mediocres y acomplejados.

 

Jorge García Romo.