El Manta se llevó una victoria agónica esta tarde tras imponerse en el clásico manabita por tres goles a dos. El gol del triunfo lo marcó Jaime Ayoví, en el último minuto, cuando la Liga de Portoviejo firmaba el empate.

El Clásico Manabita tuvo un escenario poco común. En los papeles, el local era el Manta, pero el Monumental aparecía como terreno neutral para ambos.

Los "atuneros" venían de caer ante Espoli, en Latacunga la semana pasada y para el encuentro ante la Liga de Portoviejo, solo podían pensar en los tres puntos que les permitiría alejarse del descenso y seguir luchando por un cupo a los cuadrangulares.

De igual manera, la "Capira" luego de haber alcanzado una victoria vital ante Nacional en la fecha anterior, llegaba al Monumental con los mismos objetivos de su clásico rival.

Así arrancó el encuentro, con una Liga de Portoviejo más incisiva desde los primeros minutos, y que fue guiada por Javier Molina y Hugo Vélez, buscaba el arco defendido por Rolando Ramírez. Los mantenses, en cambio, les costó meterse en el partido y apelaban al contragolpe.

El premio a la insistencia de la Capira llegó cerca del final de la primera etapa. Una interesante jugada que involucró a Bejarano y Valle, derivó en el gol de Darío Gigena, quien sacudió las redes con un cabezazo al minuto 44.

No hubo más tiempo en la primera fase para que el Manta reaccione y ambos cuadros se fueron al descanso con el marcador de uno a cero, a favor de la Liga de Portoviejo.

Para la segunda etapa, el Manta salió con más decisión al campo de juego y consiguió algo que parecía demasiado difícil: empatar y luego darle vuelta al marcador.

Al minuto 63, un centro desde la derecha encontró la cabeza de Nicolás López que dejó clavado al portero Molina y puso el empate.

Los "atuneros" no quitaron el pie del acelerador y al minuto 66, nuevamente Nicolás López anotó y le dio vuelta al marcador.

Tras el segundo gol, el Manta se replegó en el fondo y espero la armita de su rival que luchaba intensamente por el empate. Rolando Ramírez, de a poco, se convertía en figura y sacaba todo lo que venía a su arco.

Cuando el partido moría, Christian Márquez a los 91 minutos de marcó el empate. El jugador se elevó entre los defensas del Manta y cabeceó al suelo como dice el manual y puso el empate.

Parecía que todo se terminaba allí, pero de forma dramática, en el último ataque, apenas se reinició el juego, el Manta marcó Jaime Ayoví puso el tercero para el delirio de los hinchas celestes.

El partido terminó y los de Fabián Bustos festejaron tres puntos de oro. Ahora el Manta suma 38 unidades en la tabla general y 15 en el grupo dos.

Por su parte, la Liga de Portoviejo, se quedó con 38 unidades en la acumulada y con 10 unidades en su grupo.