El colista de la serie A, Técnico Universitario, recibió en el Estadio Bellavista y con un cálido sol de las 11 de la mañana, a su equipo paisano, Macará, que se posiciona tercero en la tabla.

Este partido, de pronóstico reservado, era de vital importancia para ambos grupos. Representó una oportunidad para Macará de situarse detrás del puntero del campeonato, el Club Sport Emelec.

Por su lado, para el Técnico Universitario, los tres puntos jugados en la cancha del Bellavista lo saca de la cola de la tabla.

El Macará movió el balón al sonido del pitazo del árbitro Samuel Aro. Durante la mayor parte del primer tiempo, el partido se desarrollaba en un ida y vuelta permanente.

El primer gol vendría por parte del Rodillo Rojo con un contraataque del delantero Willa. La defensa celeste, con asombro, veía escurrirse al jugador a gran velocidad –desde territorio celeste – rumbo a las piolas del golero Zumba. Apenas ingresó Willa a las 18 yardas, un remate de derecha de altura baja pasó zumbando la oreja de Zumba hasta instalarse en las redes.

El delantero festejó su tanto fingiendo que se desmayaba por la emoción. Todo esto ocurría sin haberse completado aún los 10 minutos de juego.

En un clásico que mueve pasiones, las reacciones y fricciones de los jugadores no se hicieron esperar. El pito del árbitro no pasó desapercibido y al minuto 23, una gresca que llevaba, entre otras cosas, empujones y gritos, obligó al árbitro Aro a mostrar la amarilla en más de una ocasión. Entre los perjudicados con la tarjeta están Zamora (Macará) , Zura y Velasco (Técnico Universitario)

Luego del gol de Técnico Universitario, el cuadro dirigido por el argentino Víctor Marchessini intentó recuperarse y trató de mostrarse más creativo, pero los bríos del equipo celeste duró lo que dura la felicidad, muy poco.

A pesar de poseer por más tiempo la pelota, Macará no superó el gol y se fue a los camerinos con una derrota a cuestas.

Para la segunda etapa, se vio a un Macará más seguro y despierto. Sus llegadas eran peligrosas. Marchessini quería imprimir ímpetu en su equipo introduciendo dos volantes de proyección: Games y Rolón en vez de Guerrero y Caicedo.

A pesar de su fortaleza como equipo y de estar ofreciendo mayor técnica de fútbol, el segundo gol desmayó las esperanzas de Macará en el minuto 15 del segundo tiempo.

Tras una falla de la defensa, el volante Cuero, una vez superada la marca, ofreció un nítido pase por la izquierda a Guerra, quien se venía con contundencia hacia las 18 y tenía suficiente tiempo y tranquilidad para analizar el mejor ángulo. Tanto la defensa como el arquero, que brillaba por su ausencia, veían con desconsuelo cómo el balón arrancaba otro grito de gol a la hinchada del Rodillo.

El segundo tiempo se caracterizó por un juego muy violento que mereció tres tarjetas rojas y varias amarillas, algunas de las cuales fueron de dudosa decisión. Los expulsados del Técnico Universitario fueron para el capitán Velasco. Y por parte de Macará, abandonaron el gramado los jugadores Moreira y Ferreira.

A pesar de este triunfo del Técnico Universitario no logra salir de la última posición de la tabla, puesto que su acumulación de goles recibidos son mayores que los de Barcelona.