El Estadio La Cocha de Latacunga fue el escenario que enfrentó al equipo de la Sultana, Olmedo, y al cuadro de la Policía, Espoli. Bajo un cielo abierto, el partido arrancó a las 16h00 sin más novedad que la ausencia de Armando Paredes en el ciclón.

El Espoli movió el balón al primer pitazo del árbitro David Salazar. El cuadro policial dominó la mayor parte del primer tiempo e incursionó por ambos costados a territorio enemigo. El fútbol aéreo fue una constante para ambos grupos.

El primer gol llegó a cargo del "Gato" Benítez al minuto 21. El tanto de Benítez sorprendió al equipo local que vio cómo el Gato se acercó con calma por la media cancha, alzó la cabeza y descubrió a un Héctor Carabalí desubicado en el arco, lo cual fue una oportunidad para lanzar un derechazo, a 34 metros de distancia. El balón viajó  a baja altura y fue a fundirse en las redes.

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A partir de este gol, tanto la defensa y el ataque del equipo dirigido por Héctor "El pipa" González se mostraron más eficientes. El equipo riobambeño corrigió su error de dejar libre los costados y mantuvo un juego más compacto.

Segundos antes que finalizara la primera etapa, el segundo gol que igualó el compromiso llevó la firma de Miguel Ibarra. Mediante un dominio del balón con el pecho, el delantero del Espoli instaló un tiro que se escabulló de entre las manos de Robinson Sánchez y pasó cerca del vertical izquierdo del arco.

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Ni bien comenzó el segundo tiempo, el grito de gol de los jugadores del Olmedo enmudecía a la escaza hinchada del equipo policial. Una falla de la defensa abrió el camino para que un calmado y seguro Eder Valencia estudiara la mejor forma de colocar el esférico en el pórtico de Héctor Carabalí quien apenas había reconocido su nuevo nicho. La original forma de festejar el gol de Valencia (chuparse el dedo como un bebé) incrementó los bríos del cuadro riobambeño.

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Durante la segunda etapa Paulo Masa, DT del Espoli, introdujo al brasileño Batista para imprimir profundidad a un Espoli que iba disminuyendo su nivel de juego. No obstante, de nada sirvió su táctica puesto que el tercer gol no se haría esperar.

Hacia el minuto 62, un zurdazo de Cristian Suárez, quien a través de una gambeta que obligó a un defensa del Espoli a arrastrarse por el gramado, hizo temblar las redes de un desmotivado Olmedo.

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El partido fue limpio, sin tarjetas y con pocos pitazos del árbitro Daniel Salazar.

Con este triunfo, el Olmedo suma 29 puntos y en la vigésima fecha se enfrentará con el Deportivo Quito en Riobamba. En tanto que Espoli se queda con 27 puntos, en la próxima fecha se medira con el cuadro canario en Guayaquil.

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