Cinco muertos en el peor accidente relacionado con obras para JJOO Pekín 2008
Las esperanzas de encontrar con vida a los seis obreros atrapados en un nuevo túnel de metro hundido en Pekín dieron al traste con el hallazgo de los cadáveres de 5 trabajadores, en el que es el más grave accidente ocurrido en las obras de mejora de Pekín para los Juegos Olímpicos de 2008, informó hoy la prensa pequinesa.
El primer cuerpo sin vida fue encontrado el pasado viernes 30, mientras que los otros cuatro fueron hallados a lo largo de ayer, domingo, el último de ellos en las últimas horas del día, según informó hoy el diario "Nuevo Pekín".
Los servicios de rescate, equipados con perros, continúan rastreando el lugar del derrumbe en busca del sexto obrero atrapado, siendo casi nulas las esperanzas de encontrarlo con vida.
El accidente ocurrió el pasado 28 de marzo, en las obras de construcción de la línea 10 del metro pequinés, que se inaugurará dos meses antes del inicio de los Juegos Olímpicos y tendrá un ramal que llevará a los viajeros al lugar donde se asientan los principales estadios y la Villa de los atletas.
El lugar del derrumbe (en el noroeste de la ciudad, cerca del Hotel de la Amistad y la Universidad de Lenguas Extranjeras) albergaba, según los técnicos, un antiguo estanque, lo que contribuyó a la inestabilidad del terreno.
El viernes se anunció que 10 responsables de la obra fueron detenidos por negligencia y por ocultar el accidente en las primeras obras, lo que retrasó las operaciones de rescate.
"Los encontramos a sólo ocho metros de la superficie. Si hubieran tenido un minuto más (para escapar) podrían haber sobrevivido", señaló a la agencia oficial Xinhua uno de los trabajadores de los equipos de rescate.
Según denunció el diario local "Beijing News", cuando el derrumbamiento se produjo, en la mañana del miércoles, la empresa no sólo no informó del suceso a las autoridades, sino que confiscó los móviles de los trabajadores y cerró con llave las puertas de la obra.
Además, los capataces mostraron negligencia, ya que después de un primer derrumbe en el túnel, que obligó a los trabajadores a salir, la constructora (China Railway 12th Bureau Group) ordenó a los trabajadores regresar al interior.
Poco después, un segundo derrumbamiento, de mayores proporciones, enterró a seis personas, que dos días después aún no han sido encontradas y según los equipos de rescate tienen pocas posibilidades de seguir con vida.
Según "China Daily", la policía de Pekín no se enteró del accidente hasta que su homóloga de Henan (una provincia situada a cientos de kilómetros de la capital olímpica) se lo comunicó, ocho horas después de que se produjera el suceso.
Uno de los obreros, nativo de ese lugar, logró esconder su móvil antes de que los de sus compañeros fueran confiscados y llamó a la policía de Henan, según la información.
Los familiares de los fallecidos y el desaparecido, emigrantes de las provincias de Henan y Sichuan, han comenzado a llegar a Pekín.
El primer cuerpo sin vida fue encontrado el pasado viernes 30, mientras que los otros cuatro fueron hallados a lo largo de ayer, domingo, el último de ellos en las últimas horas del día, según informó hoy el diario "Nuevo Pekín".
Los servicios de rescate, equipados con perros, continúan rastreando el lugar del derrumbe en busca del sexto obrero atrapado, siendo casi nulas las esperanzas de encontrarlo con vida.
El accidente ocurrió el pasado 28 de marzo, en las obras de construcción de la línea 10 del metro pequinés, que se inaugurará dos meses antes del inicio de los Juegos Olímpicos y tendrá un ramal que llevará a los viajeros al lugar donde se asientan los principales estadios y la Villa de los atletas.
El lugar del derrumbe (en el noroeste de la ciudad, cerca del Hotel de la Amistad y la Universidad de Lenguas Extranjeras) albergaba, según los técnicos, un antiguo estanque, lo que contribuyó a la inestabilidad del terreno.
El viernes se anunció que 10 responsables de la obra fueron detenidos por negligencia y por ocultar el accidente en las primeras obras, lo que retrasó las operaciones de rescate.
"Los encontramos a sólo ocho metros de la superficie. Si hubieran tenido un minuto más (para escapar) podrían haber sobrevivido", señaló a la agencia oficial Xinhua uno de los trabajadores de los equipos de rescate.
Según denunció el diario local "Beijing News", cuando el derrumbamiento se produjo, en la mañana del miércoles, la empresa no sólo no informó del suceso a las autoridades, sino que confiscó los móviles de los trabajadores y cerró con llave las puertas de la obra.
Además, los capataces mostraron negligencia, ya que después de un primer derrumbe en el túnel, que obligó a los trabajadores a salir, la constructora (China Railway 12th Bureau Group) ordenó a los trabajadores regresar al interior.
Poco después, un segundo derrumbamiento, de mayores proporciones, enterró a seis personas, que dos días después aún no han sido encontradas y según los equipos de rescate tienen pocas posibilidades de seguir con vida.
Según "China Daily", la policía de Pekín no se enteró del accidente hasta que su homóloga de Henan (una provincia situada a cientos de kilómetros de la capital olímpica) se lo comunicó, ocho horas después de que se produjera el suceso.
Uno de los obreros, nativo de ese lugar, logró esconder su móvil antes de que los de sus compañeros fueran confiscados y llamó a la policía de Henan, según la información.
Los familiares de los fallecidos y el desaparecido, emigrantes de las provincias de Henan y Sichuan, han comenzado a llegar a Pekín.