Aucas, reflexión, autocrítica y seriedad
Mushuc Runa 1-Aucas 0. Ante el mal momento futbolístico de Aucas, deben aparecer los objetivos futuros y la autocrítica seria y cruda, que determine el compromiso sensato y eterno de los jugadores hacia el 2014 rindiendo un informe de actividades hacia una hinchada que es lo mejor que ha conquistado a lo largo de sus 68 años de historia.
Lo de Ambato fue triste. Fue el epílogo a una serie de errores que se cometieron 10 fechas atrás, borrando de un plumazo, todo lo bueno que se había construido en base a diálogo frontal y sano. Fue una mancha más al tigre. No hubo tiempo para excusas, todo se terminó.
Al equipo caído no lo levantan ni con grúa, al grupo desanimado no lo convence nadie de que da lo mismo quedar tercero- que sexto, séptimo, octavo. Total, no se ha perdido la categoría. Es que si se terminó el hambre de triunfos, el sacrificio, la vocación, el esfuerzo la solidaridad de antes, se ha perdido la dignidad, dejando que aquella fe ganadora de antes se convierta en la pesadilla de todos los domingos.
¿Cómo es posible rescatar aquella evolución técnica y táctica que ha desaparecido pese al inminente esfuerzo de bisoños y experimentados?
Cuando un equipo que está metido en el corazón de su hinchada, busca un equilibrio emocional y competitivo a través de la capacidad y entrega de sus actores, crece la idolatría y crece el amor por la divisa, aquella que se vuelve parte de una sociedad que aplaude y rechaza, que sonríe y llora. Que ha perdido la fe por las pírricas actuaciones, tanto de local como visitante.
Por estas consideraciones, reiteramos una vez más que la fuerza inexpugnable es la hinchada, la cancha, los colores y ese sentimiento que explota y hace fuerza cuando lo demás no alcanza. Esto ya no tiene Aucas. Ahora asisten 100 hinchas al ex coloso del Sur.
La hora de la verdad vino con anticipación. Aucas deberá buscar su fortaleza para el 2014. Debe estar ajeno a toda clase de injerencia maligna e interesada, deberá cerrar la puerta a los elementos que pululan todo el día por sus instalaciones, tratando de pescar réditos, buscando la forma de meterse en una organización noble y esforzada.
Lo de Ambato fue algo esperado. Como siempre, un desajuste de encuentro zaga permitió a Quirino (50m) lograr el único tanto del encuentro y con ello, terminar con la frente en alto, con el orgullo indígena en lo más alto del encuentro. La otra, la del perdedor en el otro camerino. Otra vez se asomaron los fantasmas de la imperfección y castigaron con un solo error al visitante, que pese al esfuerzo no pudo llegar ni siquiera al empate. Al regreso todo normal, como que no pasó nada. Los puntos se han ido ante la indiferencia de todos quienes tenían la obligación de ganar.
La deuda está ahí. El primer gran objetivo del 2014 será recobrar la fe perdida. Pero para ello se debe contar con profesionales de gran nivel, con proyectos ambiciosos y reales, con gente buena, desinteresada, que no se toque el estómago cuando se traten problemas de funcionamiento y contrataciones. Necesitan conocedores del fútbol que trabajen para el Aucas y piensen en la vida suave, en un equipo que para sobrevivir ha hecho milagros.
Gonzalo Melo Ruíz.