¡Diálogo no, amenazas sí!

Enviado por andre el Sáb, 02/11/2013 - 13:55

Parece mentira. Luego de que el país festejó la clasificación del seleccionado ecuatoriano a su tercer mundial, esta vez en Brasil el 2014, continúan los problemas internos que al parecer no terminarán pues, definitivamente, la falta de educación de quienes intervienen en ellos, no les permite entender que nada es mejor que el diálogo pues, si eso no existe, lo que se está viviendo al momento, nunca cambiará.

 

Un partido de fútbol de la segunda categoría, entre Pilahuín Tío y Delfín, termina en una batalla campal (según se ha visto en los videos de la televisión) y, esta falta de seguridad en el escenario deportivo, genera la terminación del partido y la sanción para el dueño de casa Pilahuín Tío de que los restantes partidos los deberá jugar sin público. Y, de manera inmediata, la posición de los árbitros, que señalan que no están de acuerdo pues, “les dijeron previamente, que el equipo iba a perder la categoría de inmediato”. Ante esta situación, esta fecha si la dirigirán (a excepción del partido del equipo en cuestión) pero, si el próximo martes la FEF no acepta el cambio de sanción, se irán a un paro indefinido (?). Además, por otro lado, la directiva del equipo sancionado pide que los árbitros les “paguen indemnizaciones por daños y perjuicios”.

 

Por eso el titular de mi opinión. Nada de diálogo sino simplemente amenazas. Qué pena. ¿Por qué el fútbol ecuatoriano ha caído tan bajo? En otras palabras, los directivos de la FEF tienen que tranquilizarse y, analizar este problema desde todos los ángulos posibles pues, se encuentra, como decían nuestros antepasados, “entre la espada y la pared”. Por la posición de los actores, no se trata de algo muy simple. Por eso, permítanme analizar lo ocurrido mirando desde lejos, para ver si se puede llegar a alguna resolución que no haga más daño del que ya existe.

 

Según el video que han trasmitido los diferentes canales de televisión, al árbitro lo persiguen con deseos de agredirlo. Algunos son jugadores y otros, miembros de la gente de apoyo de los clubes y, hasta hinchas. La Policía actúa como debe y, recibe también golpes de los alterados actores. Cuidan al cuerpo arbitral hasta que ingresan a su camerino y los protejen para que no haya mayores desmanes. Si sólo analizamos el hecho relatado, creo que la sanción debe existir, tanto para los actores del desagradable hecho, como al club que no controló el ingreso de gente extraña al campo de juego. Si esta situación la motivó alguna o algunas acciones del juego, no lo conozco pero, así fuera eso verdad, no creo que haya que agredir a los árbitros que dirigen el partido pues, cualquier equivocación que hayan cometido, se los puede castigar de conformidad con las normas del balompié en el país. Pero, agredir a los jueces, no es posible, bajo ningún motivo.

 

La posición del señor Alfredo Intriago, en su calidad de presidente de los árbitros en todo el país me parece justa pues, para eso fue elegido: para defender a los integrantes de su gremio. Sobre el pedido de eliminación del equipo o la sanción ya impuesta, creo que es asunto de reglamentación y, al final, debe salir un resultado, luego de un diálogo entre la comisión que sanciona en la FEF y los árbitros. Pero, aquello de que, “si no me dan lo que pido, suspendemos el campeonato nacional”, creo yo, que no es lógico ni ético, ya que, se perjudica al fútbol profesional ecuatoriano y a la afición.

 

Ahora, sobre el reclamo de los dirigentes del Pilahuín Tío, me parece –simplemente-, que es un hecho que sale de todo contexto pues, no se puede agredir a los árbitros que dirigen un partido y, además, se pide indemnizaciones. Si se diera paso a esto, sería “cosa de locos”.

Espero que el martes se hayan serenado los ánimos de todos los actores. Hayan pensado con madurez y profesionalismo y se encuentre una solución que no afecte más, a este pobre fútbol ecuatoriano, que pronto terminará un año lleno de problemas y situaciones dentro del espectáculo mismo, gracias a algunas decisiones equivocadas de los directivos de la FEF, teniendo como lo único positivo, la clasificación de la selección tricolor al mundial Brasil 2014.

 

Jorge García Romo.