Aucas, con la dignidad en el alma
Si la tristeza es un reflejo de lo que no se pudo hacer durante los 90 minutos ante el modesto Imbabura, el antecedente de lucha, en este partido, es el bálsamo con que se deberá trabajar de aquí, hasta que culmine este tortuoso campeonato.
Mostrando las secuelas de un triste resultado, ese que desencaja cualquier esquema técnico-táctico, cuando viene un modesto rival, que nunca le dominó a placer, y en la única jugada que tuvo le hizo morder el polvo de la derrota, ahí viene la cruda realidad.
Cuando nadie lo esperaba, el modesto Imbabura que nunca llegó al arco de Calolo Espinoza, aprovechó el ímpetu del Choclo Quinteros, que no tuvo el retorno adecuado, ni la solidaridad en la marca de sus compañeros, que dejaron un espacio vital, que vivamente fue aprovechado por Pantoja para convertir un atosigante dominio rival, en una caja fuerte que fue hermética y sólida, ante los intentos del “Idolo”que vio con desesperación como se le escapaban los puntos.
Y antes que esta triste derrota provoque un sisma entre sus integrantes es bueno decirles a jugadores y dirigentes que hoy más que nunca deben estar unidos, imponiendo o redoblando el concepto claro de sacrificio. Ese es el anhelo ferviente de los auténticos hinchas de Aucas, aquellos que les dan ánimo en los momentos duros, cuando se pierde por goleada y no piden la cabeza del entrenador con gritos destemplados y cobardes.
Es verdad, Aucas fue mandón y dominador. Las incursiones del Potro Figueróa (dos disparos en el horizontal), las apariciones de Jimmy Delgado, con la camiseta del embrujo, porque pudiendo anotar no lo hace, los desbordes de Minda y el trabajo incesante del “Gato” Roberto Garcés, que jugó en forma brillante, presagiaban una goleada. Más, a la hora del té, el sabor fue amargo y ácido.
Golpeados psicológicamente por el sopapo en le cara, el DT Veloz, quiso cambiarle la cara a su equipo, metiendo a Bone y Vaca, como una fórmula de marca y creatividad.
DIGNIDAD, LO RESCATABLE
Se perdió, pero jugando y por esta circunstancia deseamos fervientemente que en lo poco que resta de esta pesadilla, el Aucas vigorice paso a paso su lucha, que no solo se basa en el la entrega de sus jugadores, sino que supere la parsimonia y el conformismo del no descenso, para convertirlo en dignidad. Y si a ese elemento intangible, pero decisivo a la hora de la verdad, sumamos una gran preparación física y mental, asimilando estrategias y tácticas, solamente ahí sabremos, cuáles serán los propósitos para el año 2014.
Los jugadores deben comprender que cuando viene la marca a presión y los contrastes, debe salir la inspiración como arma para el desequilibrio. Es decir, ahí deben asomar los laterales, volantes, e incluso la solidaridad de los delanteros, que poniéndose el overol, sean los auténticos obreros de la victoria, marcando, asfixiando y derrochando entusiasmo y calidad.
Entonces, el esfuerzo de todos, sepultará cualquier duda que se presente en el interior de un grupo donde todo es ilusión, honradez y lucha. Debe retomarse la prolijidad como escudo de lucha, sin rechazos alocados, que tranquilicen a una hinchada que ha desaparecido de las canchas por los paupérrimos resultados obtenidos hasta el momento.
Los dirigentes suman opiniones para confirmar la presencia de muchos jugadores para la temporada 2014. Si pone corazón y convicción, Aucas podrá mostrar aunque sea en los últimos cotejos, que el fútbol espiritual y práctico que tiene, será el que predomine hasta el final. Es decir, Aucas que tiene jugadores con sangre en la cara, que sienten una camiseta que tiene gloria y tradición, no puede perder ese respetable tercer lugar, de casi todo el campeonato, para lanzarse el cuarto, quinto o quien sabe sexto puesto, después de haber luchado tanto por el proyecto de subir a la serie “A” . Los que no piensen así, con honestidad, deberían retirarse lo más pronto posible.
Gonzalo Melo Ruíz.