En una noche fría y ante poco públiuco, El Nacional logró superar a Barcelona en el último juego de ambos clubes en la segunda etapa. El dos a uno para los criollos pareció justo por lo hecho en el campo de juego. Ahora comienza lo más lindo del torneo, la liguilla final.

Según parece El Nacional quiere reencontrarse con su hinchada, el gesto al inicio del partido fue evidente, la pancarta que salió junto al equipo rezaba "En la liguilla final volverá el jugador número 12, todos por una nueva estrella". Este encuentro con Barcelona era una oportunidad importante para cerrar bien la segunda parte del torneo y esperar que la hinchada vuelva para la liguilla.

Ya para adentrarnos en el partido, hay que decir que el juego a priori era atractivo, pese a que las situaciones de ambos equipos ya estaban resueltas en esta etapa, ambos querían terminar bien.

El encuentro se dio como se lo esperaba, entretenido, de ida y vuelta, como peligro en ambas áreas, pese a que en ciertos tramos del partido el elenco local era más peligroso. La falta de definición fue la constante.

En los primeros minutos, la tenencia del balón y por ende las ocasiones de peligro estuvieron repartidas equitativamente, pero El Nacional como equipo local era el que poco a poco fue tomando el dominio y por ende el peligro comenzó a ser constante en el arco defendido por Camacho, sin amargo, la poca potencia ofensiva hacía que los goles no lleguen.

Así fue el tramite del partido durante un gran tramo de esa primer aparte, Barcelona intentaba algo por medio de los contraataques, pero no conseguía nada en ofensiva, Palacios lució improductivo.

El primer gol de juego, llegaría a los 44 minutos, cuando expiraba la primera mitad por intermedio del que hasta ese momento había sido el mejor jugador de la cancha, hablamos del mediocampista nacionalofilo Wellington Sánchez, quién luego de recibir un centró de Pedro Quiñónez, definía bien ante la tardía salida del meta Camacho. Era la primera y la ilusión se prendía en la gente "criolla".

Así finalizo esa primera mitad, con un resultado que parecía justo por lo que habían hecho los dos equipos en la cancha.

La segunda mitad, tuvo el mismo tramite en sus primer cuarto de hora, un El Nacional que presionaba y buscaba el segundo y un Barcelona que se defendía con uñas y dientes e intentaba algo con el contraataque.

La segunda para el elenco "militar" se dio a los 17 minutos, cuando Pedro Quiñónez sacó un remate megatónico que se incrustó por el ángulo superior izquierdo del arco "canario". Un autentico golazo que pintaba de rojo la noche capitalina.

Pero ese gol cambió todo el partido, a partir de ese minuto 17, Barcelona se fue con todo en busca del potencial descuento, que no tardo mucho en llegar.

Solo 6 minutos después del tanto de Quiñónez, un tiro libre de David Quiroz rebotaba en la barrera, Fricson George recogía el rebote y habilitaba al recién ingresado Cristian Lara que ni corto ni perezoso definió de derecha dejando sin opciones al meta Mora de El Nacional.

Este gol, despertó aún más los ímpetus "amarillos", por lo que se preveía drama en los últimos minutos del juego, y no nos equivocaríamos.

Barcelona tuvo algunas opciones de gol, pero o bien la buena actuación de la defensa o las fantásticas voladas de Mora mantenían el resultado a favor de los "criollos".

Sin embrago, el celofán no se volvió a romper y el dos a uno se sentenció en el marcador final. Pareció justo por la persistencia de El Nacional y la reacción tardía de los "toreros".

De esta manera, finalizó la participación de ambos equipos en la segunda etapa, Barcelona fue el absoluto ganador de este grupo A pese a la derrota, finalizó con 22 unidades y clasifica directamente a la liguilla. Mientras que El Nacional sumo trece unidades que lo colocan en la parte media de su grupo.

Por: Omar Vinicio Luna