La policía italiana ha confiscado un total de 3000 localidades en puestos ilegales para presenciar diversas competiciones y ceremonias de los Juegos Olímpicos de Invierno Turín 2006.

Los agentes del orden, asimismo, han procedido por está venta ilegal de entradas a detener a una persona de nacionalidad mexicana con pasaporte falso y a denunciado a otras once más.

Lo curioso del caso es que dos de los denunciados por la venta ilegal de entradas de los Juegos de 2006 son un canadiense y un estadounidense, quienes habían montado varias oficinas de venta en varios puntos de Turín y no tenían los oportunos permisos de la organización.

Así, el estadounidense lo había hecho en la propia y céntrica Piazza Castello, donde cada noche se realiza la premiación de los medallistas y donde se ubica uno de los cuarteles generales del propio Comité Olímpico Internacional (COI), así como la sede de la Gobernación Civil de Turín.

El canadiense, por su parte, había montado su puesto en la también céntrica via Garibaldi, a pocos metros de la Piazza Castello.

Ambos se han mostrado incrédulos ante la intervención policial ya que han indicado que en su respectivo país este tipo de actividad es completamente lícita. Incluso, los puestos de venta estaban montados desde inicios de febrero y estaban decorados con banderas, frases sobre las ventanas y tenían personal italiano.

En propiedad de los dos negocios propiedad de los norteamericanos se han encontrado localidades de todo tipo de pruebas, adquiridos en los Estados Unidos y en Canadá, algunos de los cuales ya habían sido vendidos vía internet.

Otras personas denunciadas por la policía por venta ilegal de entradas tienen la nacionalidad irlandesa, inglesa, alemana, canadiense y belga. Estos, junto, al mexicano, procedían a la venta delante de los pabellones deportivos que acogen las pruebas.