La selección brasileña de fútbol, que dirige Dunga, reconoció este sábado el césped del Estadio Nacional de la capital chilena donde este domingo se enfrentará ante la 'Roja' en partido por las eliminatorias sudamericanas del Mundial 2010.

Lejos de la caótica llegada a la terminal aérea de Santiago que sufrió el viernes la selección de Brasil, la de hoy fue una práctica relajada donde incluso un par de niños lograron entrar a la cancha para saludar a Robinho y Ronaldinho.

Hasta Dunga se puso en la barrera que intentaba obstaculizar los tiros libres que Ronaldinho practicó en una de las porterías del Estadio Nacional.

Momentos antes, en el hotel donde los brasileños se hospedan, algunos de los pupilos de Dunga conversaron con la prensa local en la que destacaron que sólo jugarán por un triunfo.

Gilberto Silva, más cauto, dijo que el encuentro con Chile "va a ser difícil, donde la clave estará en no entregarle espacios al rival".

"Es (Chile) un equipo compacto y esperamos un partido ofensivo, porque los chilenos van a jugar con tres delanteros, lo mismo que nosotros", añadió Silva, que a la salida tuvo que sortear a más de 300 hinchas que pugnaban por un autógrafo.

Maicon, el lateral del Inter de Milán italiano, sostuvo que para él es un partido más "que puede significar el momento preciso para salir de todas las críticas".

"Este es un buen equipo, tenemos un buen plantel y confiamos en lo que podemos hacer mañana frente a la selección dueña de casa", afirmó.

Otro de los jugadores que también se mostró cauto en sus declaraciones fue Luisao, del Benfica de Portugal, quien dijo que por ningún motivo Brasil puede fallar en defensa.

"No podemos tener fallas en defensa porque arriba los chilenos son rápidos, pero nosotros queremos llevar el juego al campo local", añadió.

En tanto, Lucio, del alemán Bayern Munich, afirmó que "va a ser un partido cerrado, donde los errores lo van a decidir. Ambos equipos tienen grandes jugadores que pueden desequilibrar un resultado en cualquier momento". EFE