Jackson Quiñónez, nacido en Ecuador hace 25 años, irrumpió en el libro español de récords con una marca de 7.58 en 60 metros vallas que el leridano de adopción presintió cuando calentaba músculos para la final de la reunión de Valencia.

Sabía que hoy era el día. No tuve buenas sensaciones en la semifinal (que ganó en 7.71). No tenía chispa, pero luego, mientras calentaba para la final, me di cuenta de que hoy era el día, de que podía caer el récord, explicó a EFE.

Amigo de Vivancos, el atleta balear que compartía hasta hoy el récord de España con Javier Moracho, Quiñónez achacó sus buenas marcas al grado de madurez que ha adquirido después de cinco años de entrenamientos en España y dijo que en Ecuador comprenden su decisión de adquirir la nacionalidad española.

La Federación Ecuatoriana me ha dado, incluso, la carta de libertad y me permite competir antes del plazo reglamentario. Ellos saben que si yo quería progresar tenía que hacerlo aquí en España porque allí el presupuesto va para lo seguro, que es la marcha, comentó en alusión a los éxitos de Jefferson Pérez, campeón olímpico y mundial de 20 kilómetros marcha.

Su objetivo para la campaña al aire libre, en la que no podrá competir en los Europeos de Gotemburgo, consistirá en mejorar su marca en 110 metros vallas, que ahora es de 13.44, y si es posible batir también el récord de Moracho (13.42).