Por la cuarta fecha de la segunda etapa, la Universidad Católica recibió al cuadro del Macará. Todo esto en el cierre del doblete que se realizó este sábado en el estadio Olímpico Atahualpa. Los locales no pudieron ante un sólido Macará que sobre el final, se llevó los tres puntos.

El partido prometía ser intenso y disputado. Ambos equipos se jugaban cosas importantes. Los de Riggio trataban de salir de la zona peligrosa e incómoda del descenso. Además, lo hacían sabiendo que el Técnico Universitario ya había ganado. El equipo de Macará, por otra parte, pensaba en seguir sumando para estar cada vez más cerca de una posibilidad de liguilla.

Al minuto 11, los de Jaquet tuvieron su primera oportunidad; el error fue de Parra, que dejó pasar el balón que le quedó en el área y solo a Herrera; el colombiano no fue preciso y estrelló su remate en el pecho de Sánchez. El Macará no se puso arriba en el marcador solo por casualidad.

Más allá de la chance perdida por los ambateños, con el paso de los minutos el Macará se fue diluyendo. Por otra parte, la Católica tampoco proponía un juego profundo que inquiete la defensa de la visita.

Róbinson Sánchez y Wilmer Zumba no tenían trabajo. Recurriendo a una hipérbole, uno podría afirmar que con lo trabado y poco creativo que resultaba el partido, ambos podían jugar con los arcos abandonados y no habría habido diferencia.

No obstante, gracias a Dios, esto es fútbol. Cuando no pasaba nada, absolutamente nada en el partido, llegó una jugada, sin lugar a dudas, de otro partido.

Cristian Castro tomó el balón de un rebote, desde 45 metros sacó un remate que no parecía tener mayor historia. El error fue de Sánchez, que presentó una defensa floja y el balón ingresó, era el 1 por 0 a los 40 minutos.

Un minuto más tarde, apenas los de Riggio movieron desde la mitad de la cancha, la Universidad Católica empató el partido. El autor fue Roberto Silva Pro, que a los 41 ponía el empate y en su festejo se fue de caza.

Dos minutos impresionantes que tienen pocas explicaciones. Sobre todo cuando uno se rige por el trámite del partido que rayaba en el aburrimiento…como dijimos, esto es fútbol.

En la segunda etapa Jaquet ingresó a Poroso por Games. Pensando en términos ofensivos, un cambio poco entendible. El partido se presentó igual que al inicio del mismo; aunque se podía advertir una cierta actitud más progresista de los muchachos del "Trencito Azul".

A los 68 minutos, tras un tiro libre ejecutado por Aguinaga, Morales se perdió la segunda. Todos los ambateños se quedaron parados y pidieron posición adelantada, Morales entró solo y su cabezazo fue defectuoso, la jugada valía, el "Pepo" y Riggio se tomaron el rostro, como no creyendo lo que pasó.

Aunque con la Católica bien adelantada en la cancha, los de Riggio no podían encontrarle la vuelta al encuentro. La defensa visitante se cerraba bien y no parecía vacilar. Al minuto 75, Cristian Castro salió expulsado tras una falta contra Jácome; sin embargo, la última línea del Macará seguía sólida.

En el minuto 90, lo increíble llegaría al Atahualpa. En una jugada por derecha, Herrera se escapó y metió un centro rasante. El balón no pudo ser retenido por Sánchez, el rebote le quedó a Zamora, el único ambateño que acompañaba la jugada. Jairón logró patear el balón y como en cámara lenta, se metió en las redes. Era el 1 a 2 definitivo...esto es fútbol.

Por: Daniel Moreano.