A cabo de 13 partidos por campeonato nacional, la Universidad Católica apenas ha sumado 9 puntos y se encuentra en el penúltimo lugar de la tabla. Consecuentemente, la preocupación se ha manifestado de distintas maneras en el plantel quiteño: una de ellas, con la dificultosa separación del técnico; y otra, con el llamado de atención de parte de los dirigentes hacia los jugadores.

Francisco Egas, dirigente "camaratta", dio a conocer sus criterios sobre el presente del equipo. Sobre el caso Marchesini dijo que el encargado de solucionarlo, de aquí en más, será el abogado Oswaldo Pazmiño. "Intentamos terminar esta relación que ha sido un tanto tormentosa", manifestó. Aclaró, además, que el contrato de Víctor Marchesini tenía vigencia solo por un año, hasta el 31 de diciembre de 2008. Y que, por el momento, el técnico interino de la Católica es Renato Salas, quien dirigirá esta tarde frente a Liga.

¿Y sobre el reemplazo? Egas dijo que se comunicó con Alfredo Riggio (técnico con el que el equipo logró el ascenso) y estar a la expectativa de su respuesta. "Es un hombre que conoce perfectamente nuestro club; y, además, tiene una relación bastante buena con la mayoría de jugadores con los que ascendió.", declaró.

De todas maneras, la separación del técnico no fue la única medida adoptada por la dirigencia. El directivo de la Universidad Católica reconoció que hubo un llamado de atención fuerte para los jugadores, a los cuales se les pidió mayor rendimiento y compromiso con el proyecto; sin embargo, dijo que los cambios en la dirección técnica y la renovación del compromiso ayudarán a superar el mal momento.