Lula se queja del éxodo de futbolistas del país y pide ayuda.

Enviado por roberto el Vie, 27/01/2006 - 19:13

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se quejó hoy del constante éxodo de brillantes futbolistas brasileños hacia equipos extranjeros y pidió más esfuerzos del Estado para ayudar a los quebrados clubes locales.

Algunos equipos brasileños forman parte del patrimonio cultural de este país, por lo tanto no pueden simplemente cerrar sin que el Estado asuma las responsabilidades de intentar crear condiciones para que esos equipos puedan pagar sus deudas, dijo Lula durante un acto en la sede del Corinthians, actual campeón de la liga brasileña.

Lula defendió el proyecto de ley que crea un sistema de loterías llamado Timemanía, diseñado para recaudar fondos y ayudar a los equipos a pagar sus deudas con jugadores, el fisco y el sistema de previsión social.

Es necesario que Brasil cree condiciones, dijo Lula, para que en el futuro próximo esos clubes puedan competir con equipos europeos y mantener en Brasil a los mejores atletas que producimos.

Brasil no es hoy el país del fútbol. Y la verdad es que Brasil es el gran productor de jugadores de fútbol, argumentó.

El país del fútbol son hoy los países más pequeños que Brasil que producen el 10 por ciento de los atletas que nosotros producimos, pero que tienen dinero para comprar a esos atletas cuando tienen 15, 16 ó 17 años, dijo.

Sólo hace falta mirar la selección brasileña, cuyos titulares en su gran mayoría juegan en Europa.

Lula defendió la aprobación de una nueva ley en manos del Congreso que, según dijo, puede restablecer la capacidad de los equipos brasileños para refinanciar sus deudas.

Esa normativa impone mecanismos para que un club cobre por los derechos de formación de un jugador. Lula se quejó de que los equipos brasileños invierten en niños desde los cuatro años de edad que cuando aprenden a patear la bola se marchan y su equipo se queda absolutamente sin nada.

El proyecto de Ley ya fue aprobado por la cámara de Diputados y ahora requiere la aprobación del Senado, recordó Lula.