Luego de lo ocurrido el fin de semana anterior, cuando algunos desadaptados de la barra de Liga Deportiva Universitaria denominada la “Muerte Blanca”, el Ministro del Interior José Serrano, ha dispuesto que la Policía Nacional no volverá a cuidar el interior de los estadios durante los partidos del campeonato nacional, “hasta que estén seguros que son verdaderos hinchas quienes va a alentar a sus equipos, y no, desadaptados que desean pasar como hinchas de los equipos”. Lo que derramó el vaso fue el empujón que dieron algunos de estos “seudo hinchas” a un policía, quien cayó hasta el fondo del foso que bordea la cancha del Estadio Olímpico Atahualpa y, que se encuentra actualmente en el Hospital de la Policía en cuidados intensivos por politraumatismos, según informan. 

La violencia en las canchas del fútbol no es cosa privativa de Ecuador pues, eso ha ocurrido en casi todo el mundo. Lo que ocurre es que, en Europa tuvieron que sufrir una larga temporada, sobre todo en Inglaterra pero, allá las autoridades del país hicieron que se endurezcan las penas para estos patanes y, ahora ha primado la educación y, prácticamente, ya no pasa nada. Pero, en otros países como Argentina, estos problemas han llegado a tanta gravedad, que ahora se observa que los partidos en diferentes canchas, juegan sin público o, solamente, con los hinchas del equipo dueño de casa. Eso como es lógico, afecta directamente a las arcas de esos planteles pues, un alto porcentaje del presupuesto, se financia con las entradas a los escenarios deportivos.

Lamentablemente, cuando no existe educación en los ciudadanos de un país, lo malo se aprende a una velocidad increíble y, luego llegan los problemas. El Presidente de la FEF Luis Chiriboga  manifestó en una entrevista a la televisión, “que depende de las directivas de los distintos equipos pues, conocen perfectamente quienes son los integrantes de esas barras bravas pero, no hacen nada”. El Ministro del Deporte estuvo indignado por lo acontecido y, como deportista de élite que ha sido, pidió a los integrantes de las barras bravas que se controlen pues, “solamente se trata de un juego deportivo”.

Creo que los dos dirigentes tienen toda la razón pero, lo que es peligroso de estos acontecimientos es que no se los combaten con palabras, sino con hechos y, lo suficientemente duros, para que se consiga algo positivo. En Inglaterra y Alemania, son las leyes penales comunes las que intervienen. Las sentencias son tan fuertes, como el impedir que no puedan volver nunca más a un estadio mientras vivan y, eso luego de varios años de cárcel. Lamentablemente, el ser humano, en general, si no tiene sanciones que le hagan pensar dos veces, continuará cometiendo sus fechorías. 

Sin embargo, la disposición emitida por el Ministro del Interior José Serrano, no solamente afecta al buen aficionado que desea acudir para alentar a su equipo, sino que significa obtener dinero adicional, para contratar a guardias privados para que mantengan el orden en el interior pues, pese a que también a la Policía Nacional se le paga por su trabajo dentro de los escenarios deportivos, ese valor no se compara con lo que sí cobran las compañías de guardianía privada. Creo no haberme equivocado cuando en algunos comentarios de opinión he dicho, que a nuestro querido país, más que hacer consultas para eliminar los casinos o las corridas de toros, lo que le falta y mucho, es educación. Ojalá en este maravilloso país, ubicado en la mitad del mundo, vuelva la educación antigua que, sin ser del Siglo XXI, nos educó muy bien a quienes ahora formamos parte de la “tercera edad” o, como le llaman en la actualidad, “los adultos mayores”. Somos campeones para poner nombres nuevos -que casi nadie entiende- pero, qué pena que se olvidaron de esa materia que nos enseñaba tanto y que, simplemente, se llamaba “Moral, Urbanidad y Cívica”, que tanta falta hace ahora en la realidad.

Jorge García Romo