Argentina arranca con algunas certezas y varias dudas.

Enviado por carlosefrain el Mié, 10/10/2007 - 10:29
La selección de fútbol de Argentina comienza ante Chile las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010 con algunas certezas sobre sus capacidades individuales y varias dudas en cuanto a su funcionamiento colectivo, poco relevante en los últimos tiempos.

La certeza absoluta tiene nombre y apellido: Lionel Messi, el jugador del momento, el que ilusiona con la frescura, creatividad y efectividad de su juego en el Barcelona.

Las dudas surgen de recientes actuaciones del equipo, superado ampliamente por Brasil en la final de la Copa América (3-0), aturdido por Noruega en un partido amistoso perdido en Oslo (2-1) e inexpresivo en su último ensayo ante Australia en Melburne, donde logró una pálida una victoria por la mínima (0-1).

Las críticas golpearon duramente al seleccionador Alfio Basile, al punto de que tras el partido contra los australianos ha evitado todo contacto con la prensa, que coincide en preguntarse cuál será la suerte en el equipo de Juan Román Riquelme, inactivo en el Villarreal.

Riquelme jugó su último partido oficial precisamente ante Brasil a mediados de julio pasado y frente Chile será el eje creativo de la selección argentina, una "apuesta fuerte" del seleccionador, que ha roto su costumbre de convocar sólo a futbolistas con rodaje.

La base del equipo la componen Roberto Abbondanzieri; Javier Zanetti, Martín Demichelis, Diego Milito, Gabriel Heinze; Maxi Rodríguez, Javier Mascherano, Esteban Cambiasso; Juan Román Riquelme; Lionel Messi y Carlos Tevez.

El rendimiento de Sergio Agüero en el Atlético de Madrid puso al "Kun" a la altura de los merecimiento de Tevez para la titularidad en el equipo, aunque hay pocos indicios de que el jugador del Manchester United vaya a perderla.

Entre las pistas que ha dado Basile sobre la estructura de su equipo es que cree a pie juntillas en la necesidad de jugar con un media punta (Riquelme), en que Martín Demichelis es el sucesor de Roberto Fabián Ayala como central y que Javier Mascherano es el medio centro inamovible.

Demichelis, del Bayer Múnich, fue descartado por José Pekerman, antecesor de Basile, para ir al Mundial de Alemania. Era central, juega como centrocampista en el conjunto bávaro, pero el técnico argentino actual lo prefiere como defensa, puesto que ocupaba hace cuatro años cuando pertenecía al River Plate.

Mascherano es el jugador más regular de la nueva etapa de la selección argentina y uno de los pocos, junto con Messi, que se ha salvado de las críticas en los últimos tiempos.

El futbolista del Liverpool ingles tiene claro que la selección necesita recuperar crédito frente a la afición argentina y no ha dudado en afirmar que el partido del sábado ante los chilenos en el estadio "Monumental" será "el más difícil" porque "es el primero" de las eliminatorias.

Varios de los jugadores albicelestes fueron dirigidos en la selección por Marcelo Bielsa, ahora técnico de Chile, y lo han ponderado al llegar a Buenos Aires esta semana.

Entre ellos Javier Zanetti, el capitán, quien dijo que aprendió "mucho" de él y que intentará saludarlo antes del partido del sábado, aunque indicó que el puesto que ocupa ahora no significa "de ninguna manera" una ventaja para los chilenos.

Bielsa destaca como entrenador por la actitud ofensiva de sus equipos, característica que llevó a Argentina a ganar con anticipación las eliminatorias del Mundial de 2002 y que dejó al equipo carca del pasaje para el de Alemania 2006 cuando dimitió y fue sustituido por Pekerman.

El técnico rosarino es respetado en su país e inquieta la posibilidad de que sorprenda al equipo local con una estrategia que aproveche sus altibajos, esos que han sembrado dudas en su funcionamiento colectivo pese a las figuras con las que cuenta.

Argentina ocupa el segundo puesto en el ránking de selecciones de la FIFA, pero los argentinos no entienden cómo son las ecuaciones que le han llevado a ese lugar ni creen en ese registro.

Los jugadores lo saben y a nadie llama la atención que hayan coincidido en decir estos días que es "fundamental" una victoria en el arranque de las eliminatorias para "ganar confianza" y el crédito de la afición. EFE


Basile tiene varios rivales: quienes lo critican y Chile

El argentino Alfio Basile atiende dos frentes: sus críticos y Chile, el primer rival de la selección argentina en las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010.

Los últimos resultados albicelestes no han sido alentadores, especialmente las derrotas sufridas en la final de la Copa América ante Brasil (3-0) y en un partido amistoso frente Noruega (2-1), ganado por el punta John Carew casi en solitario.

Las críticas arreciaron, Basile se enfureció y su crédito, ampliado por los cinco títulos que ganó con Boca Juniors en 14 meses, antes de volver a dirigir al combinado nacional, bajó al mínimo.

Basile intenta acomodarse a una función de seleccionador que casi no le permite entrenar a sus jugadores. "Se terminó el tiempo de trabajar como uno quiere", ha dicho. "Asumo los riesgos. Elijo a los jugadores, ensayo un poco y a la cancha", agregó.

"Todo equipo mío que entra a la cancha juega como yo quiero, con menos o más tiempo de trabajo. De eso que no dude nadie. Tengo mis convicciones. A algunos les puede gustar y a otros no", advirtió.

Y en la última convocatoria, tras haber asegurado que "aquellos jugadores que no tengan equipo o que no estén en actividad no serán llamados", citó a Juan Román Riquelme, congelado en el Villarreal, quien no juega un partido desde mediados de julio pasado, precisamente en la final de la Copa América en Venezuela.

Ya le habían criticado y calificado como "pasado de moda" al mantener un esquema clásico de juego con un media punta como eje creativo. Entonces, no han sido pocos los que interpretaron su última decisión en este aspecto como un desafío a sus detractores.

"Escucho y leo poco. Pero tengo alcahuetes y muchos son de la corporación periodística. Acepto las críticas, aunque sé quiénes lo hacen de buena fe y quiénes no", dijo hace menos de dos meses en Oslo, antes del partido contra Noruega.

En los tiempos en que se reunía con los periodistas, dejó claro que no siente atracción por el estilo de juego que ha impuesto Dunga a la selección de Brasil y que le gustan los entrenadores como Marcelo Bielsa, que ahora dirige a Chile.

"No voy a jugar contra Bielsa. Jugará Argentina contra Chile, que es distinto. Además, Bielsa es un entrenador de mi gusto. Siempre fue al frente en todos lados y eso es para destacar", aseguró. "Hay algo seguro, Bielsa sabe cómo va a jugar la selección argentina ese partido", añadió entonces el técnico, que ha mantenido su silencio hasta hoy.

Basile, de 64 años, fue seleccionador argentino entre 1990 y 1994, período en el que el equipo ganó la Copa América de Chile'91 y Ecuador'93, los dos únicos títulos continentales obtenidos en los últimos 47 años.

Bajo su dirección la selección albiceleste se clasificó para el Mundial de Estados Unidos'94 en una repesca ante Australia, en la que Diego Maradona volvió a vestir la camiseta nacional después de tres años. Pero "Pelusa" dio positivo en ese torneo y el equipo, que se había clasificado para la segunda fase, fue eliminado por Rumanía en los octavos de final.

En Argentina, además de Boca Juniors dirigió a Racing, campeón de la Súpercopa Sudamericana en 1988, San Lorenzo, Huracán, Rosario Central y Colón, entre otros, en España al Atlético de Madrid y en México al América.

Como futbolista (defensa central) fue campeón de Liga, de la Copa Libertadores y de la Intercontinental con Racing de Avellaneda (1966-1967) y también campeón de Liga con Huracán (1973). EFE

Messi, el jugador clave del equipo de Basile

Lionel Messi es el jugador clave de la selección argentina y una de las estrellas más importantes en el escaparate de las eliminatorias sudamericanas del Mundial 2010 que comenzarán el sábado.

Leo llega a esta competición en su mejor momento en la Liga española con el Barcelona, como miembro del equipo ideal del planeta según la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) y como candidato al Balón de Oro europeo.

A la edad en que la mayoría de los futbolistas del mundo buscan su destino, Messi, con 20 años y casi cuatro meses, ya ha jugado un Mundial, ha sido campeón de liga con la camiseta azulgrana y es el único titular fijo en la selección de su país, con la que ha jugado tan sólo once partidos y ha marcado seis tantos.

En este proceso de transición que encara la selección de Alfio Basile con jugadores de mucho rodaje que no tienen asegurada su continuidad y con otros, los más jóvenes, que buscan entrar en la historia, cualquiera puede ir al banquillo, menos él.

Todo lo contrario a lo que ocurrió hace un año y tres meses en los cuartos de final del Mundial de Alemania 2006, cuando Argentina quedó eliminada en cuartos de final por penaltis ante el equipo local sin que "La pulga" jugara un sólo minuto.

Diego Maradona ha dicho de Messi: "Me di cuenta que iba a ser un grande porque lleva el balón tocándolo con la zurda y mirando al frente. No mira la pelota. Todos bajamos la cabeza y miramos la pelota alguna vez, pero él no tiene problemas. Mira la televisión de reojo y sigue llevando la pelota. Es anormal".

Y para el espíritu y los códigos futbolísticos de los argentinos el testimonio del 10 es una consagración, ni más ni menos.

Tras la frustración que provocó la pérdida de la final de la Copa América ante Brasil, Basile tiene claro que en el equipo hay diez puestos con tres o cuatro candidatos cada uno para afrontar el comienzo de las eliminatorias.

Pero adelante, donde se consiguen los resultados, Messi es insustituible. Carlos Tevez, Sergio Agüero, Javier Saviola y Germán Denis, que nunca jugó en la selección, serán los elegidos para acompañarlo en la actual convocatoria, de la que no forman parte Hernán Crespo y Diego Milito.

Basile siempre había ponderado con mesura las condiciones de Leo, pero su deslumbramiento se produjo en la semifinal de la Copa América ante México, cuando el jugador rosarino marcó un tanto con una vaselina al portero Oswaldo Sánchez. "Sólo los genios hacen eso", dijo el técnico, quien no paró de elogiarlo.

"Había que cerrar el estadio", "no se puede creer", "qué jugador es este pibe" y varias frases más del mismo calibre se le han escuchado decir al seleccionador en distintas ocasiones.

Su técnico en el Barcelona, Frank Rijkaard, aseguró que Messi merece recibir el Balón de Oro, porque "es un jugador único, porque tiene cosas que casi no se ven. Es un candidato muy fuerte y es una joya para los ojos".

"Voto por darle el Balón de Oro a Messi. Yo viví su evolución. Ojalá que Leo continúe en este nivel. Para hablar de sus cualidades necesitamos todo el día, pero lo importante es que tiene la confianza para hacer lo que le pasa por la cabeza, tiene velocidad de pensamiento", afirmó Ronaldinho.

Lionel Messi es la figura que garantiza que la afición argentina renueve su crédito a la selección argentina. EFE