Los jugadores de la selección brasileña, concentrada desde hoy en Teresópolis para las eliminatorias del Mundial 2010, esperan un partido muy disputado contra Colombia y una "fiesta" en el estadio Maracaná, ante Ecuador.

Kaká, centrocampista del Milán italiano, dijo en declaraciones a periodistas que en el juego contra Colombia espera un ambiente de ardua disputa, tanto en el campo como en las gradas.

"Jugar fuera de casa se convierte en una 'guerra', porque contra Brasil todos los adversarios quieren ganar. La afición y todo está contra Brasil en esos partidos", apuntó el jugador en referencia al encuentro del próximo domingo, en el que Brasil se medirá a Colombia en Bogotá.

Con relación al partido del próximo miércoles, que enfrentará a la "canarinho" ante Ecuador en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, que la selección no utiliza desde 1998, el "milanista" espera un ambiente más propicio y acogedor.

"Para mí, jugar en el Maracaná con la selección es un sueño. Cuando era niño, la imagen que tenía de la selección era jugando en el Maracaná. Va a ser una cosa única", comentó Kaká.

Diego, centrocampista del Werder Bremen alemán, consideró que "sin duda", el partido de Maracaná será un "espectáculo", pero, según él, Brasil se debe "concentrar" primero para el partido contra Colombia.

La selección brasileña llegó hoy por completo al complejo deportivo Granja Comary, en la localidad serrana de Teresópolis, a 80 kilómetros de Río de Janeiro, donde comenzó la preparación para estos dos partidos, primeros compromisos de los brasileños para alcanzar la fase final del Mundial de Sudáfrica 2010. EFE