El presidente Evo Morales marcó dos goles a la selección de Bolivia.
El presidente de Bolivia, Evo Morales,
marcó hoy los dos únicos goles de su equipo en un partido ante la
selección boliviana de fútbol y anunció que está "convencido" de su
clasificación para el Mundial de Sudáfrica 2010.
Morales, muy aficionado al fútbol, disputó con el equipo de Palacio de Gobierno un amistoso contra la selección nacional, que se prepara para sus partidos con Uruguay y Colombia, los días 13 y 17 de octubre, correspondientes a las eliminatorias del Mundial de 2010.
Los de Erwin "Platini" Sánchez se impusieron por 5-2.
Con este encuentro en el estadio Hernando Siles de La Paz, a más de 3600 metros de altitud y sobre el que "pende" la amenaza de veto por parte de la FIFA, Morales buscaba, además de apoyar al combinado nacional, promocionar el "deporte en altura".
Al finalizar el partido, el mandatario se mostró "convencido" de que Bolivia se clasificará para Sudáfrica 2010 y llegó a decir que ya lo está "celebrando".
Además, el presidente izquierdista se mostró sorprendido con las informaciones aparecidas hoy en la prensa que aseguran que él ha ofrecido una prima de un millón de dólares a la selección por clasificarse al Mundial, y dijo que no sabía nada del asunto.
"Venimos acá en nombre de nuestro gobierno a alentar a la selección boliviana de fútbol", afirmó Morales y agregó que eso "no es cuestión de montos".
El presidente marcó un auténtico golazo, además de no perdonar esta vez un "dudosísimo" penalti.
Hace dos semanas desperdició una ejecución idéntica contra la comunidad boliviana en Nueva York, donde se encontraba para participar en la Asamblea General de la ONU.
A pesar de estar a punto de cumplir 50 años, el todavía líder cocalero no paró de correr durante todo el partido, aunque desde luego ayudado por el trato "suave" que recibió de los profesionales que estuvieron lejos de pararlo con alguna patada.
En la cancha se presentaron todos vestidos con el verde oficial de la casaca boliviana, con lo que fueron los seleccionados los que se vieron obligados a endosarse un "ponchito" azul para evitar confusiones.
Lo más sorprendente fue el resultado, de sólo 5-2, y que para nada los internacionales bolivianos arrollaron al equipo presidencial.
Esto se explica por el hecho de que con Morales juegan varios ex profesionales, muchos de los que disputaron el Mundial de Estados Unidos en 1994.
Además, con el mandatario se alinearon el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y el portavoz del gobierno, Álex Contreras, quienes con los profesionales suelen "dar palizas" auténticas a os equipos formados por periodistas.
El ministro Quintana era el único que llevaba una camiseta que no lucía el lema "no al veto a la altura" como el resto. La suya era de un verde sospechosamente desgastado y no era el único número 7 sobre el césped.
Morales, que vistió su habitual número 10, tras atender a los medios al final del encuentro se despidió de los muchos periodistas congregados para la ocasión, desde las escaleras que conducen a los vestuarios, con su habitual "ciao, paparazzis". EFE
Morales, muy aficionado al fútbol, disputó con el equipo de Palacio de Gobierno un amistoso contra la selección nacional, que se prepara para sus partidos con Uruguay y Colombia, los días 13 y 17 de octubre, correspondientes a las eliminatorias del Mundial de 2010.
Los de Erwin "Platini" Sánchez se impusieron por 5-2.
Con este encuentro en el estadio Hernando Siles de La Paz, a más de 3600 metros de altitud y sobre el que "pende" la amenaza de veto por parte de la FIFA, Morales buscaba, además de apoyar al combinado nacional, promocionar el "deporte en altura".
Al finalizar el partido, el mandatario se mostró "convencido" de que Bolivia se clasificará para Sudáfrica 2010 y llegó a decir que ya lo está "celebrando".
Además, el presidente izquierdista se mostró sorprendido con las informaciones aparecidas hoy en la prensa que aseguran que él ha ofrecido una prima de un millón de dólares a la selección por clasificarse al Mundial, y dijo que no sabía nada del asunto.
"Venimos acá en nombre de nuestro gobierno a alentar a la selección boliviana de fútbol", afirmó Morales y agregó que eso "no es cuestión de montos".
El presidente marcó un auténtico golazo, además de no perdonar esta vez un "dudosísimo" penalti.
Hace dos semanas desperdició una ejecución idéntica contra la comunidad boliviana en Nueva York, donde se encontraba para participar en la Asamblea General de la ONU.
A pesar de estar a punto de cumplir 50 años, el todavía líder cocalero no paró de correr durante todo el partido, aunque desde luego ayudado por el trato "suave" que recibió de los profesionales que estuvieron lejos de pararlo con alguna patada.
En la cancha se presentaron todos vestidos con el verde oficial de la casaca boliviana, con lo que fueron los seleccionados los que se vieron obligados a endosarse un "ponchito" azul para evitar confusiones.
Lo más sorprendente fue el resultado, de sólo 5-2, y que para nada los internacionales bolivianos arrollaron al equipo presidencial.
Esto se explica por el hecho de que con Morales juegan varios ex profesionales, muchos de los que disputaron el Mundial de Estados Unidos en 1994.
Además, con el mandatario se alinearon el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y el portavoz del gobierno, Álex Contreras, quienes con los profesionales suelen "dar palizas" auténticas a os equipos formados por periodistas.
El ministro Quintana era el único que llevaba una camiseta que no lucía el lema "no al veto a la altura" como el resto. La suya era de un verde sospechosamente desgastado y no era el único número 7 sobre el césped.
Morales, que vistió su habitual número 10, tras atender a los medios al final del encuentro se despidió de los muchos periodistas congregados para la ocasión, desde las escaleras que conducen a los vestuarios, con su habitual "ciao, paparazzis". EFE