Luis Cubilla pide tranquilidad para sacar de crisis a Barcelona SC.

Enviado por roberto el Mié, 21/02/2007 - 12:07

El entrenador uruguayo Luis Cubilla, contratado para dirigir al Barcelona ecuatoriano, ha pedido tranquilidad al entorno del club para cometer la menor cantidad de errores y sacar de la crisis futbolística en que esta el equipo disputadas las tres primeras jornadas en el campeonato local.

Lo primero que necesitamos es tranquilidad para equivocarnos lo menos posible en el proceso de llevar a Barcelona al sitial que se merece, dijo Cubilla en una entrevista telefónica desde Uruguay con una emisora de Guayaquil.

El entrenador aseveró que Barcelona lleva muchos años actuando de manera apresurada con tal de lograr los objetivos, y eso deberá cambiar para bien del equipo, pues no ha ganado el título ecuatoriano desde 1997.

He hablado con el presidente del equipo, quien tiene apresuramiento por que cambien las cosas en el equipo. Nuestro primer objetivo será tener un acercamiento con la plantilla para saber exactamente cuáles son sus propósitos, resaltó.

El entrenador añadió que la experiencia acumulada dentro del fútbol, primero como futbolista y luego como entrenador, le servirán para evaluar convenientemente al equipo y de allí entregar un diagnóstico técnico a la directiva para que ratifiquen o saquen a quienes no comulgan con la disciplina del club.

Cubilla llegará mañana a Guayaquil para hacerse cargo, de inmediato, de los entrenamientos del equipo, con miras al enfrentamiento del próximo domingo ante el líder del torneo ecuatoriano, el Imbabura.

Barcelona, bajo la dirección técnica del anterior entrenador, el argentino Ramón Angel Bernuncio, empató un partido y perdió dos, por lo que ocupa el penúltimo puesto en la tabla de posiciones en Ecuador.

Con relación a los jugadores extranjeros que están en el equipo, Cubilla aseveró que al único al que conoce es al paraguayo Javier González, y que evaluará si serán o no aporte para el cuadro los argentinos Marcelo Mosset, Patricio González y Roberto Demus.