Rafael Nadal fue eliminado en los cuartos de final del abierto de Australia, por su compatriota David Ferrer, quien presentó un alto nivel de juego y además supo a provechar la disminuida forma física de Nadal.

El sueño de Rafael Nadal, por convertirse en el tercer tenista de la historia en ganar los cuatro grandes de manera consecutiva, se desvaneció tras perder su partido que duró una hora y 53 minutos y finalizó 6-4, 6-2 y 6-3. Esto debido a la lesión que sufre Nadal  en los músculos isquiotibiales de la pierna izquierda,

Esta vez el número 1 del mundo no se retiró del encuentro, como lo hizo hace un año en el mismo torneo ante Murray por una dolencia en la rodilla derecha. Pese a parecer que quería botar la toalla, no lo hizo, tal vez por  respeto a su hermano Ferrer.

Tras los tres primeros juegos, Nadal solicitó el tiempo médico y se marchó al vestuario a ser atendido. Al salir otra vez a la cancha, su semblante y el vendaje en su muslo delataba que la dolencia era grave.

De ahí en adelante, en cada intercambio, el médico de pista acudía al banco para atender a Rafael. Mientras, David Ferrer, que solo había vencido a su rival en tres de las catorce ocasiones en las que se habían enfrentado, pero una de ellas en la única vez que se enfrentaron en un Grand Slam, el Abierto de Estados Unidos 2007, tomó ventaja ante una ocasión única, sin igual.

El también español David Ferrer, jugará las semifinales ante el escocés Andy Murray, para el número 7 del mundo, es la segunda final de un Grand Slam de su carrera después de la que jugó en el Abierto de Estados Unidos en 2007.

En aquella ocasión, David Ferrer, tras superar a Nadal en octavos de final y al argentino Juan Ignacio Chela en cuartos, cayó frente al serbio Novak Djokovic.