El presidente de la agremiación de árbitros del Ecuador, Alfredo Intriago, habló con el programa “Cóndor, Voces y Oídos del Deporte” sobre los intereses que tiene la asociación de jueces para mejorar el arbitraje nacional. 

De acuerdo con Intriago, la ley dictamina claramente que deben recibir beneficios las personas que presten servicios físicos o intelectuales. En este caso y de acuerdo con el juez, los árbitros dan servicios a la FEF, y está por ende tiene la obligación de afiliarlos.

De acuerdo con el presidente de los árbitros en el país, la institución que preside es muy bien organizada, pues el objetivo es beneficiar cada vez más a todos sus integrantes. “En ese sentido nos hemos beneficiado con el patrocinio de Motorola y Marathon, pero buscamos mas”, afirmó.

Para Alfredo, la tecnología es esencial si se quiere mejorar al arbitraje ecuatoriano. Y, a pesar de que en principio a los jueces les costó acoplarse a la utilización de los intercomunicadores, ese aspecto fue uno de los más sobresalientes que ha logrado concretar la agremiación.

Sobre el mismo tema, Intriago ratificó que espera que la ayuda no sea únicamente para los partidos de fútbol, pues un juez se prepara toda la semana, y no trabaja únicamente cuando hay compromisos. “Esperamos la ayuda no solo en los partidos, sino entre semana para cumplir a cabalidad con nuestro trabajo”, mencionó.

En cuanto a las remuneraciones que reciben los árbitros por mes, Intriago afirmó que no se puede sacar un promedio pues no siempre se tiene actividad. “No se puede sacar un estándar, pues un árbitro puede salir un partido o más”. Por tal motivo es que Intriago solicita que se fije un salario mínimo para el arbitraje local.

Además dio a conocer que entre escalafones, es decir un juez FIFA comparado con un juez sin el mencionado nombramiento, hay una diferencia de alrededor de 60 dólares, por lo que confirma es más difícil para algunos el ser árbitro.

El tener que desempeñarse como árbitro en este país implica, para Intriago, manejar dos profesiones a la vez, pues no se puede vivir del arbitraje. Lo que ocasiona estrés y más en las personas que por amor se mantienen en la profesión.