Un reportaje que va mucho más allá de la magia en los botines de Caicedo (Link)
“Felipao” habla de su paso por el fútbol europeo y toma con mucha humildad la posibilidad de seguir creciendo de a poco en el viejo continente; se siente muy afortunado y orgulloso de encontrarse en su actual club, dando valor a la humildad que siempre lo caracteriza.
El Diario español "El País" realizó un seguimiento a la figura ecuatoriana que se encuentra en el Levante, con el fin de realzar su valor como persona y como futbolista, ya que viene haciendo las cosas muy bien en el país europeo.
Nos cuenta de su vida y la dificultad que fue desligarse de su familia en su humilde barrio del sur de Guayaquil, comenta también de la perseverancia y voluntad, virtudes que le han permitido llegar al lugar donde se encuentra actualmente y seguir ayudando a su familia como lo hizo desde el primer día de su carrera.
A Continuacion el reportaje efectuado por Diario "El País" de España:
"Felipe Caicedo (Guayaquil, Ecuador; 1988) se presenta con su nueva imagen: diminutos rizos como electrificados: "Llevaba trenzas y le he dado un respiro a la cabeza para poder pensar con claridad". Sus siete goles en ocho partidos como titular en la Liga invitan al Levante a frotarse las manos ante la opción de compra por un millón de euros firmada con el Manchester City, que pagó por él siete millones al Basilea. "El Levante es mucho más modesto que mis otros clubes, pero con un corazón y una ilusión muy grandes de mantenerse en Primera y llenar el estadio semana a semana".
A los 22 años, Caicedo tiene mucho mundo. "Hablo portugués, italiano e inglés. En Suiza terminé de estudiar. Me gradué en informática", explica. Fue desgarrador separarse de sus padres a los 16 años. "Soy de un barrio llamado Guasmo, muy humilde. Mi infancia se basó en la convivencia con mis cinco hermanas, con mucha mezcla de razas y culturas: indios, mestizos, blancos y negros. Había mucha delincuencia. Era una zona muy peligrosa. Gracias a mi familia, tuve una buena educación. Mi primer sueldo fueron 300 dólares. Me los pagó el Rocafuerte. Se los di a mi madre para que los administrara. Es la mayor emoción y recompensa que siento. Sigo enviándoselo".
A los nueve años fue a probar al Rocafuerte: "Decidí ir a hacer una prueba con un grupo de seis amigos. Teníamos que coger cuatro autobuses. El Basilea me compró y me fui a Suiza". Por su físico poderoso y la habilidad con la zurda, el referente no podía ser otro: "Quería parecerme a lo que era Adriano en Brasil y en el Inter". Empezó jugando de 10, de ahí la buena técnica, para pasar al extremo izquierdo y, finalmente, a la posición de ariete: "Soy descendiente de africanos. La raza negra es privilegiada físicamente".
Lo pasó mal en el Sporting de Lisboa antes de recuperar la sonrisa en el Málaga y ahora en el Levante. "Tenemos muy pocas posibilidades ante el Madrid", reconoce Caicedo, cuya mayor satisfacción es "regatear al portero", como en sus dos goles al Racing. "Me imagino regateando a Casillas. Lo sueño. Es el número uno"."