En el estadio Corona, Santos Laguna recibió a Monterrey en la primera final del fútbol mexicano. Este duelo de ecuatorianos fue favorable para el Chucho gracias a un autogol de Davino a los 85 minutos. Tanto Walter como Christian estuvieron los 90’.

La expectativa era amplia, no solamente en el país azteca, sino también en el resto de Latinoamérica y sobre todo en Ecuador. El cuadro lagunera de Benítez y el rayado de Ayoví fueron los equipos más regulares del Torneo Bicentenario 2010, y a pesar de que no fue un gran espectáculo, los goles abundaron.

La escuadra visitante arrancó con todo y fue apenas a los 30 segundos de juego, cuando el chileno, Humberto Suazo puso en aprietos a la zaga santista. Ventajosamente para la afición el portero Sánchez supo reaccionar.

Cuando Monterrey atravesaba por su mejor momento, llegó el primer gol del encuentro, pero fueron los locales quienes se pusieron adelante. Christian Benítez con gran habilidad supo sortear a algunos rivales, conectó un pase a profundidad y apareció Jorge Estrada para rematar al ángulo izquierdo de Orozco, y así a los 22 minutos se abrió el score.

Pero los rayados se encargaron de igualar el resultado a los 37 minutos. Humberto Suazo, el goleador del equipo, rompió la trampa del fuera de juego y ante la salida del cancerbero local, el chupeta supo definir. Sin embargo antes de que finalice el primer tiempo Darwin Quintero aprovechó un centro de Estrada, quien nuevamente le ganó las espalda a Ayoví y con un fuerte cabezazo, el colombiano puso el 2-1.

La segunda parte del compromiso Walter Ayoví se soltó más por los dos costados, mientras que Benítez sintió la presión, fue víctima de varias faltas y tuvo escasas oportunidades para anotar, sin embargo el portal mexicano mediotiempo.com, lo catalogó como el jugador del partido.

Debido a la continua presión que empezó a ejercer Monterrey llegó el gol del empate. La defensa lagunera falló en su salida, Sánchez atajó en primera instancia, pero Cardozo, a los 54 minutos puso el esférico en el fondo de las mallas.

La afición empezaba a saborear el empate, pero cuando faltaban cinco minutos para que finalice el encuentro, Dulio Davino en su afán de despejar el centro que llegaba directo a Benítez, metió el balón en su propia meta.

De esta manera Santos derrotó a Monterrey, pero dejó muchas dudas en su casa. La gran final será el próximo domingo