La Casa de la Selección
Cuando el ser humano desea formalizar su vida, sea a través de una familia o de algún tipo de actividad especial, siempre dicen los más viejos, que lo importante es comenzar teniendo su casa propia para saber dónde va a vivir y, que todo lo que se añada será, solamente, algo adicional. Por eso, al conocer que la selección ecuatoriana inaugura su propia casa, hay que gritar con júbilo todos los parabienes que cada uno tenga y, decir con toda seguridad, felicidad “peaños” y que inviten al “huasipichai”. Y, he dicho que inviten, porque aquellos que este lunes estarán presentes, son quienes en realidad son importantes o, se lo merecen. Pues nosotros, solo visitamos en un día anterior la localidad y, estaremos pendientes de los festejos.
Sí señores, todos los ecuatorianos debemos estar orgullosos de lo que se ha hecho por la selección nacional. Primera se encontró el estadio de la selección donde, justamente, logró la clasificación para los dos mundiales de fútbol en los cuales ha participado el país. Y, ahora, la misma selección tricolor, está de fiesta, porque ya tiene su casa propia. Pero, para poder decir todo ello, es necesario, hacer algo de historia y, decir quiénes son los que han logrado ello.
Creo que durante muchos años, la Federación Ecuatoriana de Fútbol, ha venido trabajando con interés nacional, ya que, sin irme en contra de otras directivas, incluso de aquellas en las que formé parte, cuando mi querido América estuvo en la primera categoría, no ampliaron su mirada a todo el país. No podemos hablar de regionalismo ni nada por el estilo. Pero, si podemos hablar de que los actuales dignatarios de la FEF, han sabido aprovechar las oportunidades que este hermoso deportes les dio en el país.
En la ciudad de Guayaquil, se construyeron algunos edificios, tanto para el funcionamiento de las oficinas de la FEF, como para la instrucción de alto nivel del balompié, formando entrenadores profesionales y, dando una mejor imagen de lo que es el fútbol del Ecuador. Hay que agradecerles también a los miembros de la Fuerza Terrestre, por haber permitido que durante todos estos años, el lugar de concentración de las selecciones, fuera la Escuela Superior Militar “Eloy Alfaro”; y, a la FIFA, que también tiene su participación económica en estos logros. Ahora en cambio, la selección de nuestro país, irá y con orgullo a alojarse en sus propias instalaciones que, de lo que se pudo observar, tiene prácticamente todo lo que necesitan.
Al señor ingeniero Luis Chiriboga, Presidente de la FEF y, a su directorio, las más efusivas felicitaciones pues, están cumpliendo con lo que debe hacer un cuerpo dirigencial. Son ahora los jugadores y su cuerpo técnico y médico, quienes tienen que rendir de la mejor manera pues, el público ecuatoriano, que se reúne en los partidos en el Estadio Olímpico Atahualpa de la ciudad de Quito para respaldar a sus integrantes, ya han demostrado que ellos están para eso.
Que todo salga bien. Que al señor Blatter lo traten como se merece y, como siempre acostumbra a hacerlo el ciudadano ecuatoriano, para que de alguna manera, deje de pensar que en la altura no se puede jugar al balompié. Cada país tiene sus características diferentes y, quienes se dedican a estos deportes masivos que tanto gustan a los aficionados, deben ser, ante todo, respetados. Adelante señores y felicitaciones.