Aucas, llegó la hora de la verdad

Enviado por andre el Jue, 27/06/2013 - 11:32

Para llegar al título hay que tumbar al mejor. Ese corazón que antes palpitaba a 200 Km por hora, será el que impulse hacia el triunfo, al ídolo de Quito en el partido de mañana ante el crecido y aplomado Olmedo, en el legendario estadio Olímpico, donde se cumplieron los I Juegos Deportivos Nacionales en el año 1926.

 

De los últimos seis partidos jugados, logró cinco victorias y un empate, ganó 16 puntos de 18 disputados, 7 de ellos de visitante. Marcha invicto y aplaudido, aunque lamentablemente este gran esfuerzo no se ha visto reflejado en la asistencia de sus hinchas, que le dieron la espalda en forma inexplicable.  Eso de recobrar la fe, volviendo a la humildad a través de la reflexión, se dio en la fecha 15, ganando 3-1 al Espoli, 1-0 a la UTC (de visita-fecha 16), 3-1 al Imbabura (fecha 17), 1-1 con Técnico ( de visita-fecha 18), 2- 0 a River Plate Guayaquil (fecha 19)  y 2-1 al Azogues (de visita- fecha 20)

 

¿Cómo se salió del mal momento, tras caer con  Mushuc Runa (0-2 fecha décimo tercera) y 0-1 con Cañar (fecha décimo cuarta)? La respuesta fue simple: con férrea unidad. Los jugadores amigos por siempre, en las buenas y en las malas, pagados al día mostraron férrea unidad y entrega total, es decir estuvieron siempre felices; el concepto técnico crecía y el táctico flotaba, transformándose en el “As” que bajo la manga apareció para hacerles morder el polvo de la derrota a todos quienes se interpusieron en su camino.

 

No faltaron los momentos amargos que hicieron  tambalear las aspiraciones de estar en el grupo de los 3 mejores, dando oportunidad para que aparezcan los cobardes francotiradores, que agazapados entre la obscuridad, sacaron a relucir sus más bajas pasiones, aquellas que aparecen cuando se pierde uno o dos partidos.  

 

¿Qué se recuerda con pasión? Hambre de triunfos y sed de gloria. Pero como todo eso ya lo saborearon los jugadores, hoy deben consolidar su nombre e inscribirlo con letras de oro en el corazón de los auquistas.

 

¿Cuál era la ventaja? Jugadores que se tragaban el oxígeno del rival y los ahogaba con un derroche físico descomunal, donde el ritmo era endemoniado, devastador y contundente. La segunda etapa será decisiva para mostrar todo lo bueno de un estilo donde se practica la solidaridad y entrega total

 

¿Cuál era el sueño? Una hinchada solidaria y unida. Todos sueñan con la serie “A”. Y junto a ello, aparece  la “Hora de la Verdad”. Los grandes y chicos, que en la cancha hicieron cosas de grandes, deben ratificarlo mañana y especialmente en la segunda etapa. El futuro le ganó al recelo. Falta el 50% restante para que llegue la Navidad con sus regalos y sorpresas. 

 

¿Qué tenemos hoy? Un equipo con temple y talento. Con jugadores de gran nivel competitivo, esperando el momento para sacar las garras y aferrarse al grupo de los grandes triunfadores.

 

¿Cuál es el futuro? Contar con una afición feliz, querendona e incondicional. Que todavía cree en el añorado ascenso a la serie donde Aucas creó la idolatría que la llevó a ser grande. Es como para ponerse a soñar, porque en el campeonato final no se puede fallar.

 

Es bueno recordar que cuando un equipo marca, juega, sabe ir al ataque, tiene su cuota de grandeza, con jugadores en permanente evolución, que inventan sorpresas, que hablan, se ubican bien, implicando todo ello un estilo, una manera de sentir el fútbol, siendo una marca registrada, es cuando viene la reflexión madura, salpicada de historias gloriosas, propias de héroes y luchadores. Todo eso se puede dar en el final de año.

 

Cierre exitoso de visitante. La idea es ganar el domingo 30 ante Olmedo. Para ello hay argumentos más que respetables: una formación equilibrada, sin cambios ni modificaciones importantes, peor aún con improvisaciones de puestos, dos volantes de primera línea inteligentes y mandones y tres más con marca y anticipo, dejando adelante a un goleador como Figueróa, que luchará hasta extenuarse en la búsqueda del gol. Si esto no pasa, habrá que renovar energías y conceptos para iniciar la segunda vuelta con el deseo ferviente de entrega, capacidad y éxitos. ¡Que así sea! 

 

Gonzalo Melo Ruiz