Cosas positivas
No todo es malo en este mundo y, más aún en nuestro querido país. Que grato es leer la información de que se ha considerado el nombre de Alex Darío Aguinaga –notable futbolista ecuatoriano que dejó hace poco la actividad profesional-, como nuevo director técnico de liga de loja, equipo que el año anterior cumplió una gran campaña pero, que ahora, está peleando en los últimos lugares de la tabla. Y, en igual forma, la noticia de que otro excelente deportista, ahora ministro del deporte, desee ayudar de alguna manera la crisis que afrontan algunos equipos profesionales de fútbol, perjudicando –directamente- a los jugadores y cuerpos técnicos. Es decir, a quienes en realidad dan el espectáculo.
La experiencia del “güero” Aguinaga, tanto como futbolista y ahora como director técnico, le van a permitir realizar un trabajo muy interesante con este nobel equipo pues, ajustando las jóvenes piezas de que dispone el club por el momento y, dándole el refuerzo necesario, creo que el primer objetivo que tiene –salir del descenso- pueden lograrlo, ya que, aún falta una etapa completa para que termine el campeonato del presente año.
Y, en forma inmediata, poder armar también un equipo competitivo, para participar en la copa sudamericana, torneo internacional para el cual ya está clasificado. Me parece que se trata de un reto muy interesante para el técnico ecuatoriano pues, es la oportunidad que, lamentablemente, no la tienen todos los técnicos ecuatorianos. Sin embargo, todos deben recordar que son pocas las oportunidades y, que en forma profesional, deben aprovecharlas demostrando su capacidad y conocimientos.
En lo que tiene que ver con las palabras de Francisco Cevallos, el actual ministro del deporte, las cosas requieren un mayor tino pues, me parece muy bien que él, como ex futbolista de renombre, esté preocupado por el aspecto económico – financiero de algunos planteles pero, su actuación debe tomarse con pinzas, ya que, en caso contrario, podría aparecer como una intervención del gobierno en el fútbol profesional, lo cual está prohibido por la FIFA.
Si su actuación lleva a conseguir un cambio en la ley del deporte, que obligue a los equipos profesionales a: formar sociedades anónimas o, manejar los equipos de fútbol –básicamente- por una empresa dedicada con exclusividad a ello, creo que estaría muy bien. Igualmente, si pueden llegar a encontrar alguna solución, que no permita que las deudas de un período, pasen a quienes vienen luego. Es decir, que cada grupo dirigencial, sea responsable, -hasta las últimas consecuencias- en forma pecuniaria de las deudas que han contraído pero, aquellos que les siguen, comiencen su actividad sin valores negativos en su contabilidad. Es difícil pero creo que si es alcanzable. De esa manera, quienes se hagan cargo de estos puestos de privilegio en el deporte, sean: primero, responsables y segundo, muy profesionales.
Jorge García Romo