La derrota del Liverpool frente al Sao Paulo en la final del Mundial de clubes de Japón (1-0) ha levantado ampollas en el seno del equipo inglés, que recrudeció las críticas hacia el árbitro del partido, el mexicano Benito Archundia.

El entrenador del Liverpool, el español Rafael Benítez, manifestó su malestar al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, al final del partido, y criticó al árbitro por no haber expulsado a Diego Lugano en una grave falta al capitán inglés, Steven Gerrard.

Fue una tarjeta raja muy clara. En árbitro falló en todas las decisiones importantes, afirmó el técnico.

Tres goles anulados y otras decisiones polémicas convirtieron al árbitro en protagonista del encuentro y le situaron en la diana de las críticas de los ingleses, que se consideraron merecedores de la victoria.

Es una pena, porque sólo los vencedores permanecen en los libros de historia. Entro de cinco años nadie se acordará de quien fue el rival del Sao Paulo en la final, se lamentó el defensa Sammy Hyypia.