Cuando varios equipos de fútbol deambulan económicamente y, sus dirigentes dan un paso al costado justificando su incompetencia (caso Deportivo Quito), uno de los viejos jugadores del combinado nacional y actual asambleísta Iván Hurtado, parece que no se ha olvidado de sus años de jugador y, según se ha conocido, existen conversaciones en la Asamblea, para regular la economía del fútbol. Me parece muy bien pues, ya que los directivos del balompié rentado – en su mayoría - no han entendido que no es fácil ponerse frente a los destinos de un club pues, necesitan mucho dinero personal para respaldar su profesional actuación, le corresponde al Estado ecuatoriano buscar una forma de solucionar esta situación que, como siempre, afecta a los más vulnerables y, en este caso, a los jugadores y técnicos.

Sin embargo, miramos cómo jugadores y técnicos de equipos como el Deportivo Quito y Nacional, afectados por la penuria económica, han querido demostrar que no buscan solo el dinero – aunque como profesionales que son, así debería ser -, y se enfrentarán este domingo, para no perder los puntos en disputa, por amor a la camiseta que defienden. Eso sí, tomando en consideración, la mano que le ha dado la FEF para que no corra la suspensión por deudas de estos dos planteles, desde esta semana, aduciendo que ha habido muy poco tiempo desde la notificación. 

Pero veamos qué se puede hacer a través de la Asamblea Nacional. La Ley del Deporte, apenas se refiere al deporte profesional en su “Capítulo III – Del Deporte Profesional – y, en el Art. 63.- Organización del Fútbol Profesional.- El fútbol profesional se organizará a través de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), y se regirá de acuerdo con su estatuto legalmente aprobado y los reglamentos que ésta dictare en el marco de la normativa internacional de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL)”. Es decir, nada sobre la conformación de los clubes que, en el torneo nacional participan.

Ahí está el punto que debería tomar el señor Iván Hurtado y sus compañeros de bancada, para corregir esta situación. O sea, modificar la Ley del Deporte, añadiéndole a la misma, un articulado que establezca la necesidad de que, para evitar la debacle de los planteles económicamente, se debería obligarles a que sean sociedades anónimas, donde los socios del club, puedan adquirir desde una acción hasta lo que el dinero les alcance. Entonces sí, los hinchas no serían discriminados, sino que podrían, muy fácilmente, ser accionistas del club de sus amores y los hinchas de mayor poder económico, podrían ayudar de forma legal; además, no se perjudicaría al Estado pues, el SRI tendrían mayor facilidad de controlar el manejo económico – financiero de los clubes. Ojalá esta buena idea de Iván Hurtado, no caiga en saco roto y, muy pronto veamos buenos resultados.

Jorge García Romo.