Sydney de Australia tuvo un debut decoroso en el Mundial de Clubes.
El Sydney de Australia, dirigido por el alemán Pierre Littbarski, tuvo un debut decoroso en el campeonato mundial de clubes pese a perder por 1-0 con el Deportivo Saprissa de Costa Rica.
Aunque ahora debe conformarse con disputar el quinto puesto el viernes con el Al Ahly, de Egipto, dejó una grata impresión porque luchó de igual a igual al campeón de la CONCACAF, tuvo ocasiones de gol y mostró al mejor hombre de la cancha, David Carney.
El delantero rubio fue una pesadilla para la defensa tica, y tanto con sus remates como con sus pases precisos llevaron peligro una y otra vez a la zona del arco rival.
Creo que el Sydney jugó muy bien, dijo Littbarski. No hubo gran diferencia. No pudimos anotar. El gol vino en un momento inoportuno, al comienzo de la segunda etapa.
El equipo luchó hasta el final, agregó, y hasta el mismo final Saprissa no estuvo seguro de ganar el partido.
Littbarski dijo que su rival del lunes tiene muy buenos jugadores, como (Ronald) Gómez, (Walter) Centeno, pero el juego fue parejo. Creo que representamos a Australia muy bien.
El Sydney, un club recién formado hace pocos meses, vino como campeón de Oceanía. El torneo reúne a los campeones de las seis confederaciones del fútbol mundial.
La diferencia fue la mayor experiencia de Saprissa, la finalización, agregó. El remate del gol era muy difícil de parar. Christian Bolaños anotó el tanto a los 47 minutos con una media vuelta espectacular y un remate rasante y esquinado que el arquero Clint Bolton no pudo parar pese a volar a su derecha.
Fue un partido parejo, dijo Bolton. En la primera etapa mostramos lo que podíamos hacer. Lo que pasó en los primeros minutos del segundo tiempo nos costó el partido.
Finalmente Littbarski se mostró encantado y feliz por la actuación del veterano japonés Kazu Miura, de 38 años, legendario futbolista local que cuelga los botines al término de este torneo, para el que vino como préstamo de lujo