¡Qué pena, pero es verdad!
A través de las emisoras de la ciudad de Quito, nos enteramos esta mañana (jueves 6 de junio/2013), que los jugadores del club El Nacional se abstienen de entrenar, si no les cancelan o, por lo menos, les señalan con seguridad los directivos, cuándo y cómo les van a cancelar sus haberes de tres meses que les adeudan. Y, algo perecido, aunque con mayor aguante y amor a sus colores, está pasando en el Deportivo Quito. Es realmente una pena que eso ocurra en clubes profesionales de futbol donde, se entiende, que los jugadores y miembros del cuerpo técnico, son trabajadores del fútbol que realizan su trabajo y, que tienen que ser oportunamente cancelados sus haberes, de acuerdo con sus respectivos contratos.
Sin embargo, he escuchado al Presidente del club El Nacional, decir que “con actos de fuerza no se consigue nada…!. Señores dirigentes, cuando ustedes se comprometieron a dirigir a los clubes, de conformidad con las leyes del país y, lo mismo, en todo el mundo, tienen la obligación de cancelar los haberes mensualmente; y, los trabajadores, tienen la obligación de reclamar, cuando los contratos que los dos firmaron, no se cumplen.
Para mí, que los jugadores ecuatorianos son “demasiado buenos” pues, de acuerdo con lo que dispone la FIFA, “jugador que no ha cobrado tres meses”, al día siguiente, puede reclamar ante este organismo, a través de la FEF, su deseo de ser jugador libre. Sin embargo, nada de esto han dicho los jugadores y miembros de los cuerpos técnicos. Lo que significa que, son lo suficientemente pensantes y no desean hacer daño a los clubes, cuyos colores defienden con honor.
Hace algunos años, dos periodistas que ya fallecieron, dijeron con voz profética, lo siguiente: “todos los estamentos del fútbol se prepararan, ¿por qué no los dirigentes?; y el otro dijo, “los directivos están inflando demasiado a la pelota de fútbol, creo que ésta, está a punto de explotar”. Si desean los nombres de ellos, por favor investiguen pues, eso es parte de vivir más de medio siglo junto a este maravilloso deporte.
Ojalá los dirigentes de los clubes mencionados y, en general de todos quienes dirigen deportes de tipo profesional, se den cuenta que, para ocupar estas posiciones elevadas dentro de cada institución deportiva, deben tener: capacidad y conocimientos, para poder planificar y financiar el manejo anual de un equipo; contactos financieros y económicos, para solventar de - alguna forma - ciertos imprevistos que se presentan en cualquier momento; conocer del deporte que practica el plantel, para poder manejarlo con eficiencia pues, en caso contrario se cometen errores, como: primero contratar a los jugadores y luego al cuerpo técnico; y, por último, conocer las leyes impositivas del país donde realizan su actividad, para no aparecer como deudores del fisco. ¿Llegaremos a ver lo señalado alguna vez?