¿Intimidación o mala fe?
Quienes miramos el fútbol de cualquier parte del mundo, hemos apreciado errores arbitrales de todo tipo. Unos, claramente por falta de visibilidad o de apoyo de sus compañeros de las líneas; otros, por criterios en la apreciación, sobre todo, en la fuerza de las jugadas; algunos sabios, que dicen que fueron presionados; pero, creo que nunca nadie, puede decir que los errores fueron de mala fe.
Este comentario viene a propósito del partido que dirigió el árbitro ecuatoriano Carlos Vera, entre Universidad Católica de Chile y el Alianza Lima del Perú. Pude observar lo que ocurrió, mirando las repeticiones en la televisión, acompañado de comentarios de diversos tonos. Quienes defienden al equipo chileno, casi sin comentarios y, quienes defienden al plantel peruano, con comentarios altisonantes e incluso ofensivos para el juez ecuatoriano.
Dice un viejo adagio: “desde que se inventaron las escusas nadie queda mal” pero, en igual forma hay otro proverbio que dice: “en gustos y colores, no discuten los doctores”. Es decir, cada persona tiene un concepto diferente, tratando siempre de que su “razón” se cumpla. Pero, de allí a los insultos e insinuaciones, existe un largo trecho. Por ello, voy a exponer lo que yo pienso de ese hecho y, el porqué este comentario lleva ese título.
Como aficionado que ha visto fútbol desde hace sesenta años, el señor Vera y sus colaboradores, no actuaron de mala fe al dirigir este encuentro, como no lo han realizado nunca en su actividad de árbitros profesionales. Al momento, luego de haberlo visto dirigir partidos en nuestro país, creo que es el mejor árbitro del fútbol ecuatoriano. Pero, eso no lo exime, de haber cometido algunos errores en su actividad.
Volviendo al partido, creo que en la jugada anterior, a la de la que se reclama, hubo una posición adelantada, de la cual, se generó la del gol. Y, quizás de ese modo, lo miraron los hinchas peruanos y, por ello su reclamo. No se pudo observar lo que algunos periodistas dijeron, que el juez lateral levantó la bandera. Lo cierto es que, cuando el señor Vera le preguntó a su compañero, ratificó su decisión, expresando claramente, que no levantó la bandera. Es decir, que dentro del aspecto técnico, él cumplió con su deber, correctamente, pese a cualquier criterio en contra. La decisión tomada, es discrecional del árbitro.
Sin embargo, analicemos el término que más se ha utilizado para destacar la actuación del árbitro Vera. Dicen que hubo intimidación del técnico del equipo chileno y de los hinchas. Veamos qué es este término: “la intimidación es el acto de hacer que los otros hagan lo que uno quiere a través del miedo”. Señor Vera, ¿tuvo miedo, de perder incluso su vida, en esos momentos? Porque si así fuera, usted es humano y todos tenemos miedo alguna vez.
Otros comentaristas hablan de su falta de profesionalismo y de falta de ética. Veamos que quiere decir cada uno de estos términos y, un pequeño comentario sobre mi criterio: “Las profesiones, son ocupaciones que requieren de un conocimiento especializado, una capacitación educativa de alto nivel, control sobre el contenido del trabajo, organización propia, autorregulación, altruismo, espíritu de servicio a la comunidad y elevadas normas éticas”. Creo que no por nada, el señor Carlos Vera es árbitro FIFA. Es decir, siempre ha sido profesional.“La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar ésta posteriormente a los distintos ámbitos de la vida social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro”. Siempre ha sido un hombre de bien y, por lo tanto, siempre ha tenido a la ética como una filosofía de vida, en todos los ámbitos de su ser.
Qué pena que por un partido de fútbol, se llegue a hacer tanto daño a familias enteras, por una simple apreciación de una jugada de fútbol. Lamentablemente, el dinero y el nombre de instituciones, por el peso que tienen en la convivencia mundial, siempre están por encima de lo que valen los seres humanos que, son el tesoro más preciado de toda la humanidad y el medio en que vivimos.
Que veamos a directores técnicos, jugadores, directivos e hinchas, cambiar incluso su fisonomía para insultar a la gente, me recuerda siempre lo que me decía mi abuelo, cuando yo era un niño: “hijo, lo más importante es la educación, porque sin ella, estamos al mismo nivel que el resto de animales”.