Árbitros de fútbol...
Cuando el hincha se encuentra en el estadio, su mirada siempre se dirigirá a la figura del árbitro; o, cuando escucha a través de una trasmisión las incidencias de un partido de fútbol, nunca deja de oír, la actuación de los hombres “de negro”. Por ello, creo conveniente comentar algunas cosas que se refieren a este ser humano, que cumple una honrosa actuación de tipo profesional pero, casi nunca convence a nadie.
Que dice sobre un árbitro, una enciclopedia deportiva: “en cualquier deporte, el árbitro es el juez encargado de hacer que se cumplan las reglas del juego. Su cometido, es dirimir todos y cada uno de los lances del juego, de forma que no se convierta en una discusión interminable entre los participantes. Cada árbitro, está obligado a conocer a fondo las reglas del juego, así como las sanciones y casos especiales, que pudieran presentarse durante un encuentro de cualquier deporte”. Es decir, la catalogación de un juez en el deporte que arbitra, es muy importante y, merece que todo el mundo los respete.
Pero, ¿qué es, particularmente, un árbitro de fútbol? “En el fútbol hay un árbitro principal, también llamado "referee", encargado de aplicar las reglas del fútbol en un partido, dar constancia de lo sucedido en el mismo y cronometrar la duración del encuentro. También tiene la posibilidad de aplicar los reglamentos de la competición, antes y después de la celebración del encuentro. Las reglas que se aplican durante el desarrollo del encuentro de fútbol, son las que estableció el organismo mundial que rige a las federaciones de este deporte por todo el mundo, es decir, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) son 17 en total, éstas son las siguientes:
• 1.- El terreno de juego.
• 2.- El balón.
• 3.- El número de jugadores.
• 4.- El equipamiento de los jugadores.
• 5.- El árbitro.
• 6.- Los árbitros asistentes.
• 7.- La duración del partido.
• 8.- El inicio y la reanudación del juego.
• 9.- El balón en juego o fuera del juego.
• 10.- El gol marcado.
• 11.- El fuera de juego.
• 12.- Faltas e incorrecciones.
• 13.- Tiros libres.
• 14.- El tiro penal.
• 15.- El saque de banda.
• 16.- El saque de meta.
• 17.- El saque de esquina
Adicionalmente, puede disponer de dos árbitros asistentes, situados en el exterior del terreno de juego, en las bandas y, en categoría profesional, de un cuarto árbitro, encargado de sustituir a aquel miembro del trío que quedara lesionado y, de ayudar al árbitro en sus labores de anotación de cambios, amonestaciones y expulsiones. En el Mundial de Alemania 2006, existía incluso la figura del quinto árbitro, cuya función era la de ayudar al árbitro del encuentro. A este conjunto de personas se la denomina Equipo arbitral.
El único con poder para sancionar o expulsar a un jugador o miembro del cuerpo técnico, es el árbitro. Los asistentes y el cuarto árbitro pueden aconsejar al colegiado principal en jugadas que éste no haya podido ver, pero nunca tienen la última decisión.
El árbitro es la autoridad deportiva única e inapelable, en el orden técnico, para dirigir los partidos. Sus facultades comienzan en el momento de entrar en el recinto deportivo y no terminan hasta que lo abandona, conservándolas, por tanto, durante los descansos, interrupciones y suspensiones, aunque el balón no se halle en el campo”.
Analicemos, en forma general, lo que estamos leyendo: quien se dedica a esta profesión, debe estudiar todo lo relativo a las reglas de juego que, pueden aprenderse de memoria en forma fácil pero, muy difícil que, si no se entiende cada una de ellas, se pueda aplicar bien. También, necesita una gran preparación física, porque el fútbol hoy, es de mucho desgaste. Sin embargo, hay algo que es fundamental para que no se lo trate mal a los árbitros durante el partido: quien desea criticarlo, debe conocer también las 17 reglas, para que, pueda decir que lo que hizo el árbitro estuvo bien o estuvo mal. Pero no, lo que se hace es, dejar que la bilis aflore y sea la pasión del momento, lo que impere entre aficionados, dirigentes, jugadores, periodistas e hinchas.
Igualmente, quien se dedica a esta profesión, debe tener la honestidad y la equidad, como sus valores fundamentales. Yo no creo en la mala fe de los árbitros pero, lo que si se ha visto, es la falta de personalidad para actuar como dice la norma ética básica de un ser humanos de bien. Y, sin equivocarme, eso se lo cura con educación.
Señores árbitros, confíen en ustedes mismo. En su conocimiento y su real capacidad pero, actúen con personalidad, para equivocarse menos pues, como seres humanos que son, igual que quienes formamos los otros estamentos que actúan alrededor del fútbol, podemos equivocarnos. Todos tenemos que poner de parte, para que este hermoso deporte, siempre termine bien.