¿Bolillo a la Selección?
Se ha dado a conocer en días anteriores, que la Federación Ecuatoriana de Fútbol, prácticamente, ha llegado a un acuerdo para que Darío “Bolillo” Gómez, a partir del mes de julio próximo, se convierta en el Director Técnico del seleccionado de fútbol de Ecuador. Pero, de inmediato, se han escuchado diversos tipos de comentarios, unos apoyando la contratación, y otros, señalando lo contrario. Si hablamos, todavía, de que vivimos en un país con libertad de expresión, eso está muy bien. Por lo tanto, voy a permitirme, dar un comentario sobre el tema, ya que, al terminar el año, en un editorial mío, hice mención al tema.
La selección ecuatoriana, lamentablemente, no pudo clasificar para las finales del mundial en Sudáfrica 2010. Y, los motivos, fueron comentados largamente por la prensa nacional y, por los aficionados en diferentes escenarios. Eso, llevó a que todos, quienes gustamos del fútbol, hayamos considerado distintos aspectos, para lo que será el futuro del seleccionado, con miras ahora, a las finales del Mundial Brasil 2014.
En un comentario mío, en este mismo medio, había señalado que, el nombre que sonaba en ese entonces del “Patón” Bauza, me parecía muy bien, tomando en cuenta que había terminado su paso dirigiendo a Liga Deportiva Universitaria y, habiendo alcanzado el título de campeón nacional y, el título de Campeón de la Copa Libertadores de América. Pero, siempre y cuando, ese contrato, vincule al nuevo técnico desde el mes de enero. Y, para ello, había hecho hincapié, en el conocimiento que tenía Bauza de los jugadores ecuatorianos y, en que al comienzo del año, podría conocer jóvenes jugadores que sustituirían a los ya consagrados que, por la edad, casi seguramente, no podrían estar para ese certamen. Y, que si a esos jugadores, se les añadían las verdaderas y jóvenes figuras que tiene el país en todo el mundo, se podría armar un gran equipo. Sin embargo, había otro hecho: que la competencia de la Copa América, serviría para amalgamar el plantel y, dejarlo listo para las eliminatorias que, comenzará en el 2012.
Pero, la noticia fue, que debía comenzar a cumplir su misión, a partir del mes de julio de este año. Es decir, perdiendo, seis meses importantes, para la formación del plantel. Incluso dije, que como siempre, damos ventaja a los adversarios.
Ahora, parece que todo está dicho y, en pocos días se firmará el respectivo contrato. Por lo tanto, no podemos hacer “del árbol caído leña”, ¿verdad? Por el contrario, tenemos que apoyar la decisión tomada por los dirigentes y, esperar que todo vaya bien, en beneficio de nuestra querida selección. Por eso, veamos lo positivo y lo negativo que ha tenido Darío Gómez, esperando que lo malo sea corregido.
Cuando Ecuador, a través de su selección no había llegado nunca a las finales de un mundial, la presencia del “bolillo”, fue fundamental. Pero, sobre todo, por su forma de llegar a los jugadores. Esa capacidad que tiene, para que los jugadores rindan en mejor forma. Muchos dicen que fue algo sicológico y, otros dicen que fue su gran conocimiento. Lo cierto es, que clasificamos por primera vez y, fue un gran despertar del fútbol ecuatoriano, hasta el año anterior. La segunda clasificación, ya sin Darío Gómez, remató una étapa importante. Pero, a eliminatoria seguida, nos quedamos fuera. Cuáles son las cosas negativas: primero que hubo muchos problemas a su alrededor, por la gente que lo acompañaba. Recuerden que incluso, fue herido de bala, en una situación que nunca fue aclarada totalmente. Y, lo más grave, que quienes estaban más cerca del seleccionado, decían que viajaba mucho a su país.
Me imagino, que con lo anotado y, muchas cosas más de bueno y de malo, los dirigentes del FEF, analizarán tranquilamente y, pondrán los puntos en las íes, para que todo quede claro y no se comentan errores, sino aciertos que, esperamos nos llevarán una vez más a las finales de Brasil 2014. Todos querrán conocer cuál es mi posición, pues ahí va: considero que se debió dar oportunidad a un nuevo técnico, con una filosofía diferente y, que debió comenzar su trabajo en enero. Solo el tiempo dirá, si tuve o no la razón.