Un gol del brasileño Kaká, en lejano disparo y cuando su equipo casi acababa de quedarse diezmado por expulsión de su defensa Bonera, dio al Milan un importante triunfo en su visita al Anderlecht (0-1), lo que permite al conjunto milanista estar mucho más cerca de los octavos de final de la competición.

El Milan llegaba con una serie de cuatro empates consecutivos (tres de ellos en el campeonato italiano) y con un sólo gol anotado en ellos. Buscaba romper su sequía realizadora y volver a la senda del triunfo. Y lo logró, aunque en verdad lo más justo hubiera sido la igualada.

En la búsqueda del triunfo, el técnico milanista dejó en el banquillo a Alberto Gilardino, que parece pisarse en exceso los espacios con Filippo Inzaghi, y dio una nueva oportunidad inicial al brasileño Ricardo Oliveira. El partido de este último duró casi sólo un tiempo y no dejó huella.

Enfrente estuvo el Anderlecht, un equipo joven, que prácticamente juega con cinco defensas (uno de ellos un clásico libero), con buen trabajo en recuperación del veterano Bart Goor y que gusta tocar el balón por medio de su joven cerebro argentino Lucas Biglia.

Delante, combina la rapidez del congoleño Mohamed Tchite con la potencia física del espigado argentino Nicolás Frutos (1,94 metros), cuya cabeza buscan todos sus compañeros en las acciones a balón parado. Pero estuvo bien marcado en esta faceta por Nesta y Kaladze.

La primera mitad no tuvo grandes cosas y se perdió por la senda del equilibrio, pues las ganas del Anderlecht contrarrestaron la mejor técnica individual del Milan. Eso sí, las pocas ocasiones de gol estuvieron del lado milanista y ambas en remates de cabeza tras centros largos: Oliveira (m.29), con la buena intervención del meta local; y Filippo Inzaghi (m.46+), muy desviado estando en buena posición.

En el segundo periodo llegó pronto la sorpresa, en forma de la segunda tarjeta mostrada a Bonera (m.47), que dejó al Milán en diez. La verdad es que el colegiado español Luis Medina Cantalejo estuvo excesivamente severo en las dos amonestaciones mostradas al defensa italiano.

Ancelotti, lógicamente, reforzó su contención dando entrada al lateral brasileño Marcos Cafú, retirando a un Oliveira que tampoco había aportado grandes cosas.

La superioridad numérica envalentonó al Anderlecht. Y ahí estuvo su tumba, pues dejó espacios al contragolpe de un Milán que rápidamente mató a su rival.

Lo hizo en una rápido contragolpe nacido con una falta no señalada al borde del área milanista, con el balón llevado por Seedorf, que cedió a un Kaká (m.58) que desde unos veinticinco metros lanzó un duro disparo que rozó en la pierna de Vanderhaeghe y se coló en la meta del Anderlecht.

El 0-1 evidenció ya el mayor oficio del Milan, su mejor disposición táctica sobre un Anderlecht que empujó en busca del empate y dispuso en el último cuarto de hora de dos excelentes ocasiones para anotar. Pero el meta brasileño Dida lo evitó con magníficas intervenciones ante Tchite (m.74) y Akin (m.82). Esta última ocasión precedida de un remate al larguero de Juhahsz.

Al final, el Milan se llevó los tres puntos, rompió su racha de empates y lidera en solitario y comodidad un Grupo H que ya le ve muy cerca del pase a la siguiente ronda. El Anderlecht, que mereció la igualada, ve reducidas sus opciones de clasificación.

SÍNTESIS DEL PARTIDO:

Anderlecht (0): Zitka; Vanen Borre (Legear, m.84), Juhasz, De Man, Deschacht, Goor; Biglia, Vanderhaeghe (Hassan, m.70), Boussoufa (Akin, m.84); Tchite, Frutos.

Milan (1): Dida; Bonera, Nesta, Kaladze, Jankulovski; Gattuso, Pirlo, Seedorf (Brocchi, m.81); Kaká; Filippo Inzaghi (Gilardino, m.73), R. Oliveira (Cafú, m.50).

GOL: 0-1: Kaká (min 58).

ÁRBITRO: Luis Medina Cantalejo (ESP). Expulsó por doble tarjeta a Bonera (m.32 y 47) y mostró cartulina amarilla a Vanen Borre (m.7), Kaladze (m.25).

ESTADIO: Partido de la 3a. jornada, Grupo H, de la Liga de Campeones de Europa, jugado en el estadio Constant Vanden Stock, ante la presencia de unos 19500 espectadores.