El regreso del suizo Roger Federer a Madrid no pudo ser más espectacular al destrozar al chileno Nicolás Massú, finalista en el 2003, por 6-3 y 6-2, y avanzar a los octavos de final del Mutua Madrileña Masters Madrid.

Tres años después de ser apeado en las semifinales por el español Juan Carlos Ferrero, Federer ha hecho realidad el sueño de miles de madrileños que hoy corrieron en masa para ocupar sus localidades en el Telefónica Arena, ansiando comprobar la magia del número uno en directo.

Y Federer no defraudó en su debut, a pesar de la oposición inicial del campeón olímpico de Atenas, que se dejó la piel en un intento inútil de frenar el soberbio toque del jugador de Basilea, sus inalcanzables contrapies, y sobre todo esa rapidez mental a la hora de cambiar el ritmo de la jugada con la que suele dejar en ridículo a sus rivales.

Por algo Federer lleva ya nueve torneos este año, y entre ellos tres Grand Slams, Abierto de Australia, Wimbledon y US Open. Por algo es capaz de jugar sin tener que recurrir a su técnico, el australiano Tony Roche, o incluso permitirse el lujo de entrenarse el primer día con su novia, la ex jugadora Miroslava Vavrinec. Su potencial es tan alto que puede concederse todo esto y algo más.

Federer se hizo con el primer set en tan solo 42 minutos, salvando las dos únicas ocasiones de ruptura que tuvo Massu en el noveno juego, y acabó el partido con su saque intacto, en una hora y 25 minutos, eso sí después de que Massu salvase dos puntos de partido.

Ahora el suizo ya metido en faena se enfrentará en octavos con el ganador del partido de mañana miércoles entre el español Juan Carlos Ferrero y el sueco Robin Soderling.

La segunda jornada del torneo deparó la primera victoria española, a cargo de Tommy Robredo. Un triunfo conseguido a base de sufrimiento, pues su rival, el argentino Juan Ignacio Chela, dispuso de una bola de set en la primera manga, y sirvió para ganar la segunda, con 5-3.

Robredo, en lucha por los puntos para una plaza en la Copa Masters de Shangai, se agarró como nunca a la pista y ganó el partido por 7-6 (2) y 7-6 (3).

El de Hosltaric sabe que en Madrid no puede fallar, pues figura en el séptimo puesto de la Carrera de Campeones, a quince puntos del estadounidense James Blake, y con solo trece de ventaja sobre el argentino David Nalbandián, y 24 del chipriota Marcos Baghdatis, sus más inmediatos perseguidores, y todos ellos compiten también en Madrid.

El que ya ha arrojado prácticamente la toalla para Shangai es David Ferrer, batido por el británico Tim Henman 6-1, 4-6 y 6-1. El discípulo de Javier Piles salió tan decepcionado por esta derrota que llegó a admitir que había sido uno de los peores partidos de su vida, a pesar de que el de Oxford es uno de los mejores voleadores del circuito y se mueve en estas superficies, casi tan bien como Federer.

Con Robredo, Federer y Henman, el estadounidense Andy Roddick colocó también su nombre en octavos. Un ace, el noveno de su cuenta, y a 229 kilómetros por hora, sirvió para que el ahora discípulo del legendario Jimmy Connors sellase su octava victoria en nueve encuentros contra el francés Sebastien Grosjean por 6-4 y 7-6 (3).

Roddick, campeón este año en Cincinnati en agosto, finalista del Abierto de EE.UU. y de Indianapolis, se enfrentará ahora con el vencedor del encuentro entre el argentino Agustín Calleri y el checo Tomas Berdych (11).