Suecia firmó su vuelta al Grupo Mundial de la Copa Davis al imponerse por 3-1 en territorio brasileño en una serie que no tendrá quinto encuentro.

Robin Soderling selló la suerte de la eliminatoria al imponerse a Flávio Saretta por 3-0, con parciales de 6-0, 6-3 y 7-6 (7-4).

Suecia y Brasil cumplieron una repesca accidentada, por el temporal que azotó en los últimos días la ciudad de Belo Horizonte y obligó a los organizadores a cancelar los dos partidos de la jornada del viernes, lo que a su vez reformó todo el orden de la agenda hasta terminar un día después del tiempo previsto.

El sábado la eliminatoria comenzó con buen pie para los pupilos del capitán Fernando Meligeni, al derrotar Flavio Saretta a Andreas Vinciguerra por 3-2 (6-4, 1-6, 3-6, 6-2 y 7-5).

Sin luz natural suficiente para dar continuidad el sábado a la jornada, el suspense se trasladó para el domingo. La remontada la emprendió Robin Soderling con un contundente triunfo sobre Ricardo Mello por 3-0 (6-0, 6-1 y 6-4).

Las luces de alerta en Brasil se encendieron cuando Jonas Bjorkman y Simon Aspelin vencieron por 6-7 (6-8), 6-3, 6-2 y 7-5 a Gustavo "Guga" Kuerten y André Sa.

Con la serie a favor de Suecia por 2-1, Brasil no tuvo hoy más alternativa que jugar con los dientes apretados y la obligación de vencer los dos partidos restantes.

Los capitanes Meligeni y Mats Vilander consideraron innecesario jugar el último partido, entre Mello e Vinciguerra.

A pesar de la victoria de hoy, el sueco Soderling encontró dura resistencia del número 124 del mundo, que a partir del segundo parcial quebró su juego.

En la tercera manga el brasileño estuvo a punto de quebrar el servicio en tres bolas, que fueron contrarrestadas por Soderleing con salidas muy potentes.

La desconcentración le costó al brasileño el juego siguiente, lo que le obligó a jugar abierto y expuesto a la potencia devastadora del servicio de su oponente.

En el tercer set, el más vibrante, por el equilibrio, el brasileño neutralizó el servicio de Soderling. El público creyó en la recuperación de Saretta y el derrumbe psicológico del número 31 del mundo.

Pero en el juego siguiente quebró el servicio del anfitrión, que estuvo a punto de hacer lo mismo en el décimo.

Los nervios se templaron, la presión de los hinchas contribuyó a que el brasileño, de 26 años, desperdiciara cinco puntos para cerrar el set.

En el desempate, después de abrir una ventaja de 3-0, Soderling se dedicó a administrar la necesidad de su adversario para cerrar en 7-4.