Fútbol-Argentina: River Plate sumergido en una profunda crisis.

Enviado por roberto el Mar, 22/08/2006 - 10:53

Una oleada de hechos violentos provocados por sus hinchas, un déficit millonario y un bajón en el rendimiento de su equipo han sumergido al club River Plate argentino en una profunda crisis.

Uno de sus jugadores, el defensa Cristian Nasuti, dijo que el clima de violencia que se vive en el club, con agresiones y amenazas de muerte a futbolistas y dirigentes tras disputarse tres jornadas del torneo Apertura 2006, podría obligar a los miembros de la plantilla a entrenarse con chalecos antibalas.

El presidente riverplatense, José María Aguilar, fue amenazado de muerte el lunes mediante una carta que recibió en su domicilio, además de llamadas telefónicas en su teléfono móvil y mensajes de correo electrónico.

El hecho se produjo un día después de que un grupo de hinchas violentos entró por la fuerza en el aparcamiento de vehículos de futbolistas y dirigentes en el estadio Monumental y produjo daños en varios de ellos y la pinchadura de neumáticos, tras la derrota que sufrió el equipo ante Racing de Avellaneda (3-1) en la tercera jornada de la Liga.

Este incidente se sumó al ocurrido días antes en las instalaciones del club, donde un grupo de personas forzó las puertas de un vehículo para robar unos 10000 dólares a un piloto de automovilismo que jugaba un encuentro de fútbol en uno de los campos auxiliares de la entidad.

También han recibido amenazas jugadores y miembros del cuerpo técnico, quienes han evitado hacer declaraciones a la prensa y tampoco denunciaron a la policía los daños sufridos el domingo en sus automóviles mientras el equipo jugaba en el estadio de Racing.

El River Plate obtuvo hace dos semanas una victoria frente a Lanús en el partido de la jornada inaugural del Apertura, en la segunda igualó con Newell's Old Boys y el domingo cayó derrotado frente a Racing, con lo cual quedó a cinco puntos de distancia de los líderes de la clasificación, Boca Juniors y Estudiantes.

Las prensa deportiva local coincide en que el River Plate es un club en el que se ha instalado la violencia desatada por miembros de la barra brava, enfrentados en dos grupos que se disputan el poder.

El pasado domingo, cuando Racing marcó el tercer gol en su estadio, un centenar de hinchas del River Plate abandonó el recinto y se presume que varios de ellos fueron al Monumental, donde redujeron a los guardias del aparcamiento y dañaron los coches de varios jugadores y del entrenador Daniel Passarella.

El jefe de la seguridad en el estadio, Juan Manuel García, comentó que es partidario de que el club ponga en vigor el derecho de admisión, pero que eso lo tiene que resolver la directiva.

Vamos a ordenar las cosas para que los jugadores se entrenen y jueguen libres de toda presión o agresión, dijo hoy José María Aguilar, quien rechazó la posibilidad de renunciar como indicaron algunas versiones de prensa.

Yo tengo hechas varias denuncias por amenazas desde hace bastante tiempo, añadió el dirigente.

Estos episodios se producen en momentos en que el River Plate sufre también un importante desfase económico y financiero, con un pasivo de 25 millones de dólares y un déficit mensual de un millón de esa moneda.

La barra brava del River Plate provocó graves incidentes con la policía en el estadio brasileño de Morumbí en 2005, en el partido de las semifinales de la Copa Libertadores contra el Sao Paulo.

En el Mundial de Alemania 2006 la organización impidió a los miembros de ese grupo asistir al partido de los octavos de final frente a México, en Leipzig, debido a que en los encuentros de la primera fase ocuparon sitios que no les correspondían en los estadios pese a las advertencias de los agentes de seguridad.

El pasado 18 de julio, en Paraguay, provocaron la suspensión del partido de la Libertadores disputado en Asunción entre Libertad y River Plate al chocar con la policía local en los graderíos.