El árbitro Elizondo aceleró el final de la carrera de Zidane.
El árbitro argentino Horacio Elizondo aceleró el final de la carrera futbolística de Zinedine Zidane al expulsarlo a los 110 minutos de la final del Mundial 2006 por una falta descalificadora del jugador francés.
Zizou discutía con el defensa Marco Materazzi tras uno de los tantos roces que caracterizaron el encuentro disputado el estadio Olímpico de Berlín y, cuando parecía que estaba dispuesto a retomar su posición en el campo, dio un cabezazo en el pecho al futbolista italiano.
Elizondo, atento al partido en otro sector del campo, lo cual no le permitió ver la falta, consultó con uno de sus asistentes y mostró la tarjeta roja al futbolista que hasta hace dos meses jugaba en el Real Madrid, quien ensayó una tímida protesta y se retiró del campo de juego.
Zidane había determinado que este sería el último partido de su brillante carrera profesional, pero no logró completarlo. Minutos más tarde, Francia lo perdió en la tanda de penaltis (5-3) tras un empate a uno, en el que Zidane había anotado, desde los once metros, el tanto francés a los 6 minutos.
La acción produjo estupor en el estadio y una estruendosa silbatina que duró varios minutos.
Horacio Elizondo, de correcto arbitraje, había expulsado también a Wayne Rooney en el encuentro de los cuartos de final en el que Portugal venció a Inglaterra en los penaltis tras igualar a cero en los cuartos de final.
En esa ocasión el futbolista inglés dio un pisotón en los testículos al luso Carvalho. Elizondo es el primer árbitro argentino que dirige la final de un Mundial y el primero en la historia en arbitrar también el choque inaugural.