Federer se mete en su cuarta final consecutiva en Wimbledon.
El suizo Roger Federer, número uno del mundo y defensor del título, se metió hoy por cuarto año consecutivo en la Final masculina de Wimbledon, tras imponerse al sueco Jonas Bjorkman por 6-2, 6-0 y 6-2, sumando 47 victorias seguidas sobre hierba.
El primer favorito necesitó una hora y 17 minutos para sellar su autoridad y se metió en la última ronda de la competición sin haber concedido un solo set.
El helvético deberá esperar al desenlace de la otra semifinal, que disputarán a continuación el español Rafa Nadal y el chipriota Marcos Baghdatis, para conocer quién será su próximo rival.
Sentenció desde la primera manga. Sin perder la concentración, la meticulosidad del número resultó efectiva para apuntarse su 47 victoria consecutiva en la superficie rápida.
Fue visto y no visto. Federer comenzó imprimiendo su autoridad en el primer set, que solventó con comodidad y sin conceder ocasiones a su oponente en sólo 27 minutos.
El defensor del título logró aquí romper el servicio del curtido Bjorkman en dos ocasiones y sin perder la compostura se anotó la manga con una amplia ventaja de 6-2.
La segunda reválida mostró un guión similar, poco favorecedor a un Bjorkman carente de recursos y cada vez más impotente. De nuevo, el helvético, con un saque letal que le permitió anotarse 9 aces, logró un punto de ruptura en el primer juego, que desesperó a Bjorkman, que incurrió en nada menos que en 18 errores no forzados y el desarrollo del encuentro continuó por los derroteros previstos.
Falto de imaginación y posiblemente sufriendo la gran presión del momento, el tenista sueco no consiguió recomponer su juego ante los golpes certeros del suizo, que se apuntó un total de 30 puntos ganadores, frente a los 13 de Bjorkman.
El nórdico se resintió de forma visible de las embestidas del huracán Federer, que liquidó la segunda reválida en 23 minutos con una rapidez pasmosa y por un abrumador y humillante 6-0.
Las pautas del encuentro se repitieron en el tercer set, que fue más de lo mismo: golpes ganadores del número uno del mundo, ante un aturdido Bjorkman, que hacía lo que podía. Tras once juegos consecutivos de Federer, el sueco logró anotarse el primero, con el 2-1, al que siguió un gran aplauso del público.
Con 3-1 en el tercer set, de 27 minutos, el helvético era un derroche de golpes impecable, que hacía más evidente la inferioridad táctica del tenista escandinavo, que sólo pudo convertir 3 saques directos.
Federer ambiciona ahora ganar, el domingo, en el All England Club sin perder un solo set, hazaña que logró por última vez en 1976 el sueco Bjorn Borg.
Además, el suizo está cada vez más cerca de conseguir emular el currículo de Borg, que se proclamó campeón en esta competición en cinco ediciones consecutivas (1976-80) y podría, además, emular lo alcanzado por el estadounidense Pete Sampras, que se proclamó campeón en cuatro (1997-2000).