El capitán de la selección alemana, Michael Ballack, reconoció, al borde de las lágrimas, que la victoria de Italia ante Alemania en semifinales fue merecida, pese a que los anfitriones mantuvieron la igualdad hasta los últimos dos minutos de la prórroga cuando llegaron los goles italianos.

La victoria italiana no es inmerecida, dijo Ballack, esforzándose por controlar las emociones y mostrar objetividad.

Luego, el capitán germano pasó a repasar la situación que generó el primer gol de Italia y vio el pase de Andrea Pirlo a Fabio Grosso como el momento que decidió el partido.

El pase de Pirlo fue lo decisivo. No lo pudimos evitar, dijo Ballack.

Es duro perder a tan poco del final, agregó y luego siguió su camino con el rostro visiblemente desencajado.

El defensa Philipp Lahm también se mostró decepcionado y dijo que, de momento, pese a su juventud, no puede pensar en el futuro ni en otros posibles torneos.

No sabemos lo que pasará en dos o tres años. De momento, estamos eliminados y hay que trabajar la decepción, dijo Lahm.

Lahm opinó que a Alemania hoy sólo le faltó el gol y que hizo un buen partido ante Italia.

Jugamos bien, tal vez Italia tuvo más posesión de balón pero Argentina también la tuvo en cuartos. Nosotros también tuvimos nuestras ocasiones, dijo.

El segundo gol italiano vino sólo porque nosotros nos abrimos para buscar el empate y el primero había sido producto de una situación a balón parado, agregó.